sábado, 16 de enero de 2010

Una decepción global

16.01.2010 Comercio

LA CUMBRE DE COPENHAGUE Por: Manuel Luque C. Analista

La que debió ser la cumbre más trascendente en la historia resultó ser la frustración global más grande del planeta, no hubo acuerdos vinculantes con metas de reducción de emisiones en períodos específicos. Se pensó que en Copenhague se daría un nuevo acuerdo de reducción de emisiones de CO2, que supere los compromisos del Protocolo de Kioto, cuya vigencia concluye en el 2012.

Al no haber acuerdos vinculantes ni mecanismos para el monitoreo de las emisiones mundiales, ¿cómo se garantizará la reducción mundial de emisiones luego del 2012 para mantener el incremento de la temperatura global en no más de 2 ºC al 2020?
No hubo compromisos para incrementar la eficiencia energética, el uso de energías renovables y la sustitución de combustibles fósiles. Los intereses económicos de EE.UU. y de China —los más grandes contaminadores del planeta— pesaron más que las expectativas mundiales de supervivencia, evadiendo compromisos y postergando decisiones claves. Los países en vías de desarrollo necesitamos la ayuda de los países industrializados para mitigar y adaptarnos al cambio climático; dos aspectos que debieron complementar la asignación de fondos comprometida son el canje de deuda pública por naturaleza y la cesión libre de tecnologías, como medidas justas y compensatorias, pues los países industrializados lograron —en su momento— el desarrollo que hoy tienen sin incurrir en los mayores costos ambientales que tenemos que afrontar ahora para nuestro desarrollo.
En la cumbre se acordó destinar fondos de urgencia para el mantenimiento de bosques tropicales, sin especificación de los criterios de asignación. En el mercado del carbono las emisiones evitadas se valoran en US$/Ton CO2. Los bosques son sumideros y según su caracterización (especie, masa forestal) pueden capturar una cantidad de Ton CO2/ha-año, pudiendo tener un valor equivalente a las emisiones evitadas, que compensen el costo de mantenimiento y el “lucro cesante” de no aprovechar los bosques comercialmente por servir para mitigar el calentamiento global. Este esquema —que implica un inventario y caracterización de los bosques— pondría en el mercado de carbono un valor real al rol de estos en la mitigación del cambio climático.
Si la temperatura global se incrementara 2 °C al 2020, se prevé escasez de fuentes de agua, aridez de suelos, intensificación de sequías e inundaciones, reducción del rendimiento agrícola, desaparición de especies vegetales y animales y para el 2050 habría un escenario con migraciones de cerca de mil millones de habitantes de zonas costeras para escapar de las inundaciones de los océanos, conflictos armados por tenencia del agua, por invasión de tierras y por obtención de seguridad alimentaria.

AP plantea asamblea constituyente


PROPONE ELEGIR A CIEN REPRESENTANTES

Bancada presentará proyecto para convocar a elecciones y aprobar Carta Magna en el 2011
A través de su presidente, Javier Alva Orlandini, el partido Acción Popular (AP) planteó la necesidad de convocar a una asamblea constituyente.
Ello debido a —según un comunicado de la organización— la inoperancia del Congreso y las contradictorias iniciativas del presidente Alan García y de la representación parlamentaria aprista.

Con el pleno acuerdo del Comité Político de AP se elaboró un proyecto de ley que será presentado al Congreso por el grupo parlamentario acciopopulista.

Dicho texto propone convocar a elecciones para representantes a una asamblea constituyente, las mismas que se realizarían el domingo 3 de octubre del 2010.
Según el planteamiento, dicha asamblea constituyente estará integrada por cien representantes, elegidos por voto directo, igual, secreto y obligatorio, con representación proporcional. Sugieren que el territorio de la República sea distrito único.

La iniciativa legislativa también señala que la asamblea constituyente se instalará el 8 de noviembre del 2010 y la nueva Constitución Política será aprobada, a más tardar, el 8 de enero del 2011.

Alva Orlandini también propone que el Congreso tenga dos cámaras, restablecer la renovación parcial de las cámaras legislativas y mantener el sistema presidencial.

Pobreza aumentó 1,6% en el 2009

Cada vez más familias pobres en el país por crisis económica e inacción estatal.

A pesar de las cifras optimistas del INEI sobre crecimiento del PBI, más de 480 mil personas pasaron a engrosar la fila de los pobres.


En opinión del especialista en temas de pobreza, Pedro Francke, el jefe del INEI no puede afirmar “irresponsablemente” que la pobreza se va reducir o aumentar teniendo como base los ingresos de las personas de Lima Metropolitana.
¿Dónde quedan los ciudadanos peruanos de la sierra, selva y demás departamentos de la costa?, se preguntó.
Dijo que la Encuesta Nacional de Hogares es una herramienta confiable para medir los niveles de la pobreza.
El Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) informó ayer que la actividad productiva del país en el mes de noviembre de 2009 fue 4,20%, respecto a similar periodo del año. En el anualizado de enero a noviembre el PBI es 0,54%.
Según estimó Renán Quispe, jefe del INEI, el PBI en diciembre debería crecer en 5,4% para así cumplir con la meta del gobierno de cerrar el pasado año en 1% del PBI.
Las estimaciones oficiales respecto al PBI para el cierre del pasado año confirman lo estimado a finales del 2009 por el Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial (IEDEP) de la Cámara de Comercio de Lima, gremio que proyectó que el PBI no superaría el 1%, ínfimo o nulo crecimiento frente al aumento en 1,6 puntos porcentuales en los índices de pobreza en el país (respecto al 2008).
Es decir, de 36,2% de la población que es pobre, se pasaría a 37,8%, que equivale a 480,000 personas.
César Peñaranda, director del IEDEP recalcó que la CCL proyectó que la economía peruana cerraría el año en 0,7% del PBI y así lo defiende, pues ve difícil que el PBI en diciembre alcance el 5,4% que necesita para cumplir la meta gubernamental.
Respecto al aumento de los niveles de pobreza dijo que era lógico, pues después de varios años el PBI per cápita se redujo, variable, afirma, que aumenta la pobreza.
“Aún tomando como referencia la cifra oficial que el PBI cierra el año pasado en 1%, entonces la tasa de crecimiento poblacional crece en 1,2%, lo que representa un déficit de 0,2 puntos porcentuales.
O sea en el 2009 el número de peruanos pobres en relación al 2008 aumentó”, dijo el especialista.
Sin embargo, el jefe del INEI rechazó cualquier aumentó de los niveles de pobreza argumentando que los ingresos mensuales en promedio en Lima Metropolitana son 6,7% y con una inflación de 0,09%.
“Es imposible decir que la pobreza creció pues los ingresos de las familias subieron”, indicó.
El argumento oficial para negar el crecimiento de la pobreza fue rechazado por diferentes economistas. César Peñaranda dijo que la versión de Quispe “carece de lógica” pues el análisis de organismos internacionales como del Banco Mundial afirmanque para que el Perú mantenga sus índices de pobreza, es decir que no suba o baje, debe crecer anualmente como mínimo el PBI en 3,8% y para reducir la brecha el PBI debe estar arriba de 8%.
Además, afirma el representante de la CCL, que la única manera de medir certeramente los niveles de la pobreza es mediante el PBI per cápita. Si se reduce es sinónimo que las familias pobres aumentan”, explicó.
Coincidiendo con Peñaranda, Javier Azpur, coordinador ejecutivo del Grupo Propuesta Ciudadana recurrió al propio argumento estatal que afirma que el alto crecimiento económico que tuvo el Perú el 2008 (8,8% del PBI) permitío reducir la pobreza en 4% dicho año.
“Entonces si el 2009 el PBI estará entre 0%, hablamos de un estancamiento o crecimiento nulo, o sea más pobres en el país”, dijo.
Por ello, pidió al jefe del INEI “ser más responsable con sus declaraciones y abrir los ojos ante la inminente realidad”.

En 2010 se decide cómo se gobernará el mundo

16.01.2010 Por: Martin Khor


¿Cómo se tomarán las decisiones sobre la crisis económica y el cambio climático, de manera democrática o en pequeños grupos de países dominados por las naciones ricas?
2010 será un año crucial para la “gobernanza mundial”.
Después de la Segunda Guerra Mundial, las Naciones Unidas surgieron como el principal foro para resolver cuestiones como la paz, el desarrollo, las finanzas, el comercio, la salud, la alimentación y el ambiente.
A partir de los años 80 su autoridad en materia económica se debilitó mientras aumentaba la del FMI y el Banco Mundial.
Mientras tanto, los principales países desarrollados formaron sus propias instituciones, como la OCDE y el G-7, que luego con la incorporación de Rusia se transformó en el G-8 y pasó a ser el bloque económico más poderoso.
Cuando en 2008 estalló la crisis financiera mundial, el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, convocó a una primera cumbre del G-20 en Washington.
En 2009 se celebraron otras dos, en Londres y Pittsburg.
Lo integran grandes países en desarrollo (como Argentina, Brasil, China, India, Indonesia, México y Sudáfrica) y reemplazaría al G-7 como el foro donde los “principales” países discutirán y decidirían las cuestiones globales.
Pero esto no ha funcionado bien para los países en desarrollo. La mayoría de ellos no están en el G-20 y tampoco decidieron que los represente.
El presidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas, Miguel Descoto, convocó en junio de 2009 a una conferencia sobre la crisis financiera y económica de lo que llamó el “G-192”.
Este año, el grupo de trabajo a cargo del seguimiento tendrá la oportunidad de discutir la creación de un Consejo Económico Mundial que estaría en mejores condiciones de decidir cuestiones de interés para los países en desarrollo, puesto que éstos estarían representados y tendría la legitimidad de la que carece el G-20.
En materia de cambio climático, el ámbito de acción internacional ha sido la Convención Marco de las Naciones Unidas.
La conferencia de Copenhague terminó en un fracaso.
Ahora, algunos países desarrollados pretenden que las negociaciones transcurran fuera de las Naciones Unidas, en grupos más pequeños, como el G-20. Esto sería un gran revés para el multilateralismo.Por supuesto que la mayor parte de los países estarán del lado de las Naciones Unidas, porque sigue ofreciendo la mejor oportunidad de un proceso decisorio participativo e incluyente.

GARCIA HASTA EN LA SOPA !!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

16.01.2010 Por. César Lévano

Alan García ha decidido que su cara adorne los 16 millones de textos escolares que el Estado ha impreso con el dinero de todos los peruanos –la mayoría de los cuales no lo puede ver ni en pintura–.Analistas y maestros concuerdan en que se trata de una manipulación antipedagógica y sectaria, destinada a promover al Apra y al presidente García para campañas electorales venideras.
Es una maniobra repudiable y abusiva, que emplea fondos públicos y aulas escolares a favor de un partido que está dejando una estela de corrupción, injusticia y abdicación nacional.
La calidad de esos textos ostenta no sólo la cara del primer mandatario, sino también su desdén por la ciencia y la tecnología, y el olvido de asuntos vitales como el diferendo marítimo con Chile.
Este acto de narcisismo recuerda acciones de dictadores sanguinarios como el general Marcos Pérez Jiménez, de Venezuela, quien gobernó entre 1952 y 1958 y se hizo erigir en vida estatuas que lo presentaban como prócer, y apuesto, por añadidura.Rafael Leonidas Trujillo, que malgobernó República Dominicana durante 13 años, se honró a sí mismo al dar su nombre a calles y plazas, plazuelas y plazoletas.
A estos hombres los abrasaba el amor: el amor al poder, el amor al dinero y el amor a sus personas.
Se trata de un mal histórico y continental.
Poseo una colección de folletos y textos laudatorios para Augusto Bernardino Leguía, engalanados con la foto del dictador.Alberto Fujimori repartía almanaques y bolsas de alimentos alhajados con su cara resistible.Gabriel García Márquez evocó en su discurso de aceptación del Premio Nobel de Literatura 1982 hilarantes casos:“El general Antonio López de Santana, que fue tres veces dictador de México, hizo enterrar con funerales magníficos la pierna derecha que había perdido en la llamada Guerra de los Pasteles.
El general García Moreno gobernó al Ecuador durante 16 años como un monarca absoluto, y su cadáver fue velado con su uniforme de gala y su coraza de condecoraciones sentado en la silla presidencial.
“El general Maximiliano Hernández Martínez, el déspota teósofo de El Salvador que hizo exterminar en una matanza bárbara a 30 mil campesinos, había inventado un péndulo para averiguar si los alimentos estaban envenenados, e hizo cubrir con papel rojo el alumbrado público para combatir una epidemia de escarlatina. El monumento al general Francisco Morazán, erigido en la plaza mayor de Tegucigalpa, es en realidad una estatua del mariscal Ney comprada en París en un depósito de esculturas usadas”.
Acotación: a la presidencia de la República le chorrea el dinero; ayer publicó, a página entera, en varios diarios capitalinos, avisos sobre los textos escolares. Con la foto de García, por cierto.

RÉQUIEM POR EL APRA

Réquiem (Composición musical que se canta con el texto litúrgico de la misa de difuntos, o parte de él) por el APRA


(1) Es fundamental el estudio del partido más importante de la historia del Perú. (2) Haya de la Torre jugó un papel fundamental, de líder mesiánico e indiscutible.

Manrique dedica el libro a su padre, un viejo aprista, y cuyas ilusiones, se nos informa, “fueron rotas por el gobierno de Alan García”, desencanto que el autor comparte…

En la segunda administración del presidente Alan García Pérez que está por concluir, se aplicaron políticas económicas acordes con el clima neoliberal que caracteriza, salvo excepciones, al conjunto de la región.
En ese sentido, fueron diametralmente opuestas a las implementadas en su primer gobierno, -1985 y 1990- como resultado de su convicción que bastaría un giro de 180 grados para evitar el desastre que preparó el camino a la dictadura de Fujimori.
Desde su primer gobierno, el entonces joven y enérgico presidente, y el ahora no tan joven y robusto mandatario, despertaron la curiosidad académica de nacionales y extranjeros.
A mediados de los ochenta, un extraordinario orador cuya retórica contribuyó a que su partido llegara, luego de décadas de intentos frustrados, por vez primera al poder, planteando que se limitara el pago de la deuda externa a una fracción del valor del comercio internacional.
Incluso en su desesperación final argumento en favor de la estatificación de la banca.
A inicios del nuevo siglo, una resurrección y un retorno político, luego de una larga travesía del desierto, a imagen de su mentor y guía Víctor Raúl Haya de la Torre, para alcanzar de nuevo el poder al derrotar en la segunda vuelta electoral a su contendor Ollanta Humala.
Fue ayudado por el temor que los votantes tenían del retorno de los fantasmas del pasado. El mal menor y con los dedos en la nariz, en suma.
Luego de imputar sus errores a su juventud, no encontró mejor alternativa que afirmar que el APRA no era responsable de ese desenlace, porque las políticas de su primer gobierno tenían la impronta del general Velasco Alvarado, y que por lo tanto eran la fuente de los errores.
¿Qué es entonces el APRA? ¿Quién fue Haya de la Torre? ¿Qué relación se dio entre el “Maestro y Guía” y su Partido?, y la pregunta más incómoda para los tiempos que corren ¿Alanismo o Aprismo?
Pueden estas preguntas ser insólitas cuando se formulan a propósito de uno de los partidos políticos más longevos de la América Latina, próximo a cumplir 86 años desde su fundación en 1924, pero se explican porque se trata de una formación política todavía envuelta en un halo de misterio y de franca ignorancia, y en ese sentido en las antípodas de lo que ocurre con la vida y el pensamiento de José Carlos Mariátegui, el otro gran pensador de su tiempo cuya vida y obra es escrutada en sus más mínimos detalles, y que incluso cuenta con un espacio para esas reflexiones y para la promoción de su pensamiento.
Y no es que no existan libros, y son numerosos, a la vez sobre Haya y sobre el APRA, pero ellos son apologías de sus seguidores o de sus “compañeros de ruta”, o simplemente diatribas de los renegados.
Haber abierto una ruta distinta, anclada en el análisis y en la comprensión, es sin duda el enorme mérito del libro de Nelson Manrique ¡Usted fue Aprista! Bases para una historia crítica del APRA (Lima: CLACSO/ Pontificia Universidad Católica del Perú, 2009), profesor del Departamento de Ciencias Sociales de la Católica de Lima, y cuyos trabajos anteriores han contribuido de manera decisiva al conocimiento de la historia rural de la sierra central del Perú en los siglos XIX y XX.
Primera aproximaciónTomado en su sentido estricto, el subtítulo del libro, Bases, indica que se trata de una primera aproximación, y por lo mismo los comentarios que suscite deben estar claramente acotados.
Manrique dedica el libro a su padre, un viejo aprista, y cuyas ilusiones, se nos informa, “fueron rotas por el gobierno de Alan García”, desencanto que el autor comparte y que se evidencian en los juicios que de manera reiterada formula en múltiples pasajes del libro.
Con seguridad, esa frustración la compartieron numerosos “compañeros”, aquellos que protagonizaron las grandes rupturas, desde su derecha o desde su izquierda, como las del APRA Rebelde con Luis De la Puente, o el de la fracción liderada por Andrés Townsend Ezcurra, o las sordas tensiones como las que se dieron entre Haya y Manuel Seoane.
Escribir un relato histórico como una catarsis de una frustración es un ejercicio heurístico como cualquier otro, a condición que las evidencias que se acumulen sean congruentes con la explicación de los problemas que la investigación se formule, y para eso es necesario evitar que los a priori ideológicos terminen construyendo la trama de sus argumentos.
La afirmación del autor que “en períodos históricos de cambios acelerados, como los que se vivieron a partir de la década del cincuenta del siglo pasado, la imagen que los hombres tienen de las cosas suelen retrasarse con relación a la velocidad con que cambia la realidad objetiva.
Las miradas suelen quedarse fijadas en la vieja realidad, impidiendo ver lo nuevo” (p. 21), es una cómoda coartada que debiera tomarse con beneficio de inventario.
Viaje ideológicoLo que busca demostrar el autor es la tesis anunciada en el umbral del libro y que se reitera una y otra vez a lo largo del mismo, es decir, que: “Para mediados del siglo XX las fuerzas sociales y políticas más importantes de la sociedad peruana demandaban cambios radicales que permitieran al país abrirse a la modernidad.
Existía el partido que podía encabezar la revolución antioligárquica, debido a su legitimidad, su envergadura nacional, su arraigo popular y su ideario antioligárquico y antiimperialista: el Apra.
Pero el viraje ideológico del partido político de mayor arraigo popular de la historia peruana cerró el paso a la revolución antioligárquica que demandaban vastos sectores sociales” (p. 22).
El conjunto del libro está destinado a reunir las evidencias de esos virajes, conformados por versiones de entrevistas entre Haya de la Torre y diplomáticos estatadounidenses, escritos de disidentes como los del Mayor Víctor Villanueva, Laureano Carnero Checa, Héctor Cordero, Luis De la Puente, Alberto Hidalgo, Ricardo Luna Vargas, Roger Mercado, y cuyos textos no podían sino decir aquello que el autor deseaba encontrar.
No obstante, ¿es legítimo proclamar que sólo el APRA condenó las chances del Perú, una versión opuesta al conocido y abandonado acrónimo del partido?
Parece poco probable, porque las multitudes invocadas sólo estaban en la imaginación de sus gentes, porque la obsesiva centralización del poder ejercida por su líder impedía una coordinación mínima de sus actividades.
Además, los regímenes oligárquicos que se suceden entre el asesinato de Sánchez Cerro y la lacónica despedida del segundo gobierno de Manuel Prado, cobijaron muchas diferencias entre ellos, lo que implica un análisis más preciso de sus políticas frente al APRA, así como la respuesta de éste frente a ellas.
El epitafio El APRA corrió sola con esa responsabilidad, además, porque el otro agente potencial de cambio, el partido creado por Mariátegui, a la muerte del Amauta y bajo el control de Eudocio Ravines fue una inútil burocracia al servicio del Comintern. La impotencia de los partidos y de los civiles para cambiar la situación de inequidad, hizo que fueran los militares, cansados de ser los “perros guardianes de la oligarquía”, en el tosco lenguaje del general Velasco Alvarado, quienes en adelante llevaran en vilo la promesa de la liberación y de la revolución.
El argumento de Nelson Manrique, expresado en un macizo libro de 439 páginas, constituye de ese modo el epitafio de una pesada lápida que entierra la tragedia de un jefe y de su partido, difícil de ser levantada por sus actuales protagonistas, para quienes el pasado del APRA o no les interesa o les fue sistemáticamente camuflada o tergiversada.
Pero para lectores informados que no se dejaron por lo tanto embaucar con las piruetas oratorias de sus dirigentes, los argumentos desplegados por el autor tienen un aire de “déjà vu”, en el sentido que rememoran el arsenal de municiones utilizados en la crítica del comportamiento errático y oportunista de los dirigentes apristas, sobre todo en aquellas coyunturas en que el Apra se aliaba o era el soporte de quienes masacraron a sus militantes.
¿Aquellos virajes obedecieron a la mutación de la dirigencia, o fueron el resultado de las condiciones cambiantes de la realidad? .
Manrique advierte, con razón y desde el inicio de su libro, que sólo una mirada del conjunto de la realidad permite la comprensión de estas inflexiones, pero el conjunto que resulta está articulado sólo por la secuencia temporal, donde no se vislumbra la coherencia interna de las partes, opacada además por la reiteración frecuente de las afirmaciones del autor por el apresuramiento de su escritura, y donde, además, muchos apartados no tienen relación directa con el propósito del libro que es explicar el porqué de las mutaciones sucesivas del Apra y de su jefe.
El análisis que ofrece del entorno es totalmente alusivo, y requiere el establecimiento de nexos más precisos y persuasivos.
A lo mejor es pedir demasiado: la convicción íntima del Jefe, puede sugerirse, fue siempre la misma, independientemente de su retórica, y cuando las circunstancias lo colocaban al borde de forzar la historia hacia otros rumbos, optó por el compromiso, por el repliegue, por el auto exilio o el exilio interior, por servir a sus adversarios bajo la coartada de preservar la democracia y el partido, y que sólo regresó al Perú para reivindicar que las reformas de Velasco Alvarado al final de cuentas no eran sino las suyas…
Con certeza, ni el más obtuso anti-aprista compartiría esta convicción. Omisiones injustificadasEl libro está construido enteramente sobre la literatura édita del aprismo y se apoya en las investigaciones más importantes realizadas sobre el Perú del período oligárquico y del régimen militar de Velasco Alvarado, cuyas conclusiones utiliza Manrique con inteligencia porque conoce él mismo el proceso de ese tiempo.
Con todo, se trata de una producción totalmente secundaria, que no conozcan los especialistas, pero es extraño que un autor de la trayectoria y de la experiencia de Nelson Manrique no haya optado por una estrategia de investigación distinta.
No se entiende muy bien por qué libros importantes no fueron consultados o no se mencionan en la bibliografía, como los de Frederick B. Pike, The Politics of Miraculous in Peru. Haya de la Torre and the Spiritualist Tradition (Lincoln: University of Nebraska Press, 1986), que proyecta indicios sugerentes sobre la personalidad del fundador del Apra; el de Steve Stein, Populism in Peru (Madison: The University of Wisconsin Press, 1980); el de Jesús Chavarría, José Carlos Mariátegui and the Rise of Modern Peru, 1890-1930 (Albuquerque: University of New Mexico Press, 1979); el de Jorge Nieto Montesinos, Haya de la Torre o la política como obra civilizatoria (México: Fondo de Cultura Económica, 2000). Su omisión no es sólo injustificada, sino que lo privó contar con hallazgos importantes en función de su argumentación.
Lo es aún más que el análisis prescinda de toda entrevista con los actores más significativos del aprismo, y si bien es comprensible que Alan García declinara aceptarla, como consecuencia de las ácidas y pertinentes críticas que Manrique formula a las políticas de su gobierno, García ciertamente no es el único líder prominente del Apra.
Para comprender al viejo partido
Finalmente, dos acotaciones últimas. Manrique sabe muy bien que el análisis de un partido o de una formación política no puede limitarse a la historia de sus dirigentes y de sus programas y manifiestos, por importantes que estos sean, sino que se requiere una investigación cuidadosa y exhaustiva de sus bases, de sus militantes, y en ese sentido, parafraseando a Julio Cotler, lo que aún se requiere más que una historia del Jefe es una auténtica antropología política del aprismo, como la iniciada hace algún tiempo por Imelda Vega-Centeno, porque sólo así se puede llegar a una comprensión más profunda del Apra y sus avatares.
En ese contexto sería deseable igualmente un estudio sobre la construcción de la identidad aprista, proceso en el cual los espíritus y los mártires, pero también las CHAPs y las JAPs jugaron papeles decisivos.
No es menos importante, el análisis del “Alanismo” y su encuadramiento a la vez dentro del Partido como de sus bases de sustentación, como también el estudio profundo de las otras coordenadas que explican el desempeño del Apra: los militares y la iglesia.
No es una simple coincidencia que el nacimiento del Apra tenga como instituciones símbolo: Chan-Chan y el Corazón de Jesús.
La distancia que existe entre esos hechos y el beso de García al anillo del Cardenal Cipriani, y el apoyo aprista a levantamientos que allanaran su camino al gobierno, requiere también de un tratamiento que no se limite a la crónica de las intentonas, o a la mención de la disculpa pública ofrecida por Ramiro Prialé el 23 de mayo de 1958 por la impertinencia juvenil de Haya en agravio de la religiosidad peruana (p. 217).
Heraclio Bonilla
Historiador peruano Heraclio Bonilla es catedrático de la Universidad Nacional de Colombia

META: BAJAR COSTOS

Enero 2010
Leon Trahtemberg
DE SENTIDO COMÚN

A veces me sorprenden las políticas de costos que siguen los directivos de colegios que aspiran a estar en la vanguardia.
En su condición de padres o madres, económicamente solventes, cuando su hijo o su hija tiene una dolencia o enfermedad compleja, lo primero que hacen es preguntar quién es el mejor médico especialista, que asegure el diagnóstico, procedimiento y resultado óptimo.
Rara vez he visto a alguien que empiece preguntando cómo puede ahorrarse la consulta médica o adónde puede conseguir al médico más barato.
Lógicamente, no se trata de derrochar irresponsablemente el dinero, sino de asumir los costos pertinentes para procurar un servicio de vanguardia.
Me llama mucho la atención la creciente ausencia del espíritu de asumir los costos de estar en la vanguardia en las instituciones educativas, tengan o no fines de lucro.
A diferencia de sus fundadores, que tuvieron como meta "hacer el mejor colegio del país, cueste lo que cueste", muchos de los directivos de hoy están obsesionados con el objetivo de "bajar costos", como si no supieran que eso afecta directamente su capacidad de iniciativa, calidad y competitividad.
Ser los primeros tiene un costo, porque hay que invertir en innovar, crear, en equivocarse y volver a intentar, así como conseguir a los mejores profesores del país (o extranjeros si es el caso).
No pueden beneficiarse de los ahorros que produce aprender de otros, porque eso los pondría en segundo plano tras los innovadores.
Aspirar a estar en la primera línea priorizando la meta de reducir los costos es un contrasentido que paradójicamente los condena a rezagarse.
Empiezan con buscar directores y profesores más baratos, adquirir la menor cantidad y calidad de equipos, materiales y mobiliario, pese a las evidencias del costo creciente de vida y de equipamientos tecnológicos de vanguardia, y a que se está produciendo una selectividad ascendente de los profesionales que los encarece.
No sostengo que no se pueda educar bien a diferentes niveles de costos (hasta gratuitamente inclusive).
Sí sostengo que estar en la vanguardia de la innovación en educación tiene un costo creciente, pero también una rentabilidad creciente para la formación de sus alumnos

23,360 dólares al mes

Sáb, 16/01/2010 Por Humberto Campodónico

De acuerdo a un estudio realizado por la consultora canadiense Mercer, el país que pagó los sueldos más altos a la élite gerencial de las empresas en el 2008 fue Brasil, con US$ 27,400 mensuales.
Según Mercer, en esa categoría se encuentran los Presidentes de Directorio, los directores, gerentes generales, gerentes “senior” y gerentes de grandes áreas.
Después de Venezuela y Chile, el cuarto lugar lo ocupan los “grandazos” peruanos con US$ 23,360 mensuales. Más atrás vienen países importantes como México, Colombia y Argentina, lo que quiere decir que los ejecutivos senior de Perú no están nada mal.
Mercer dice que estos sueldos constituyen la compensación total en efectivo e incluyen remuneración, sueldo base, bonos y beneficios. El informe de Mercer no desagrega la información sobre los sueldos pagados por las empresas privadas extranjeras y nacionales ni, tampoco, por grandes empresas estatales, como Petrobrás en Brasil, ECOPETROL en Colombia y Codelco de Chile. Tampoco establece Mercer el número de personas que ganan estos sueldos, lo que permitiría saber su importancia en el total de la población laboral del país.
Si se compara la información de Mercer con la del Programa de Estadísticas y Estudios Laborales (PEEL) del Ministerio de Trabajo del Perú (ver La República, Sección Economía del 14/1/2009) las diferencias son notables. En efecto, según el PEEL los sueldos promedio de los ejecutivos ascienden a S/. 14,680 mensuales (US$ 4,890 mensuales) en abril de 2009, por lo que la brecha entre Mercer y PEEL es de 4.7 a 1.
La diferencia podría explicarse, tanto por el tamaño de la muestra como por el hecho que la encuesta del PEEL podría no estar tomando en cuenta las “adiciones” al salario, tales como bonos, beneficios y otros.
En lo que concierne a los sueldos de los profesionales, Puerto Rico ocupa el primer lugar con US$ 3,630 mensuales. Bastante más lejos vienen Brasil, Venezuela y Chile, todos con sueldos superiores a US$ 1,800 mensuales.
En quinto lugar viene Perú, con US$ 1,670 mensuales, seguido de Uruguay, Guatemala y Colombia. Dice Mercer que en esta categoría se incluye a especialistas, expertos y analistas de las empresas. Al igual que con los ejecutivos, estos sueldos son la compensación total en efectivo.
La encuesta salarial de Mercer muestra que existe una gran brecha entre los sueldos de los ejecutivos y los profesionales. En efecto, esta diferencia es de 14 a 1 (se obtiene dividiendo la remuneración de los ejecutivos entre las de los profesionales.
Pero esta diferencia aumenta si se considera la brecha entre ejecutivos y obreros. Así, por ejemplo, en el Perú, según el PEEL, los obreros del sector privado ganan US$ 370/mes (S/. 1,110 mensuales). En este caso, la brecha entre la élite de ejecutivos (según Mercer) y los obreros es de 63 a 1 (23,360/370), una de las más altas del mundo. Si medimos esta brecha con los datos del PEEL, la diferencia es de 13 a 1 (4,890/370), lo que está muy por encima del promedio europeo de 5 a 1.
Como se aprecia, si bien en los años de bonanza económica los sueldos y salarios en el Perú se quedaron estancados porque se gana igual que en 1994 (ver La República), no sucedió lo mismo con la alta élite gerencial.
Cosas del neoliberalismo y su modelo económico. ¿Qué les parece?