martes, 1 de septiembre de 2009

INTELECTUALES Y POLITICA

Por Martín Tanaka

Tomo la posta de la discusión planteada ayer en estas páginas por Juan de la Puente, a propósito de “La encuesta del poder” publicada por Apoyo y sus resultados sobre los intelectuales más influyentes en el país.
Definamos como intelectuales a quienes parten de una legitimidad obtenida en las artes, ciencias o humanidades en general, para desarrollar también una reflexión sobre los principales problemas y desafíos de su tiempo, que establecen pautas de acción política. El intelectual así definido no existe propiamente en los EEUU, por ejemplo, donde parece primar el criterio de que a problemas específicos se debe recurrir a expertos específicos. Por el contrario, en Europa en general, existe una sólida y larga tradición de intelectuales interviniendo en la esfera pública; de allí surgió la figura del “intelectual comprometido”, que ha impactado tanto en A. Latina.
En nuestro país, como sugiere De la Puente, los intelectuales han tenido influencia en tanto se relacionaron con actores políticos y sociales que convertían en acción aquello que se planteaba en el plano de las ideas. En la década de los ochenta, por ejemplo, en la derecha tuvimos a Vargas Llosa, un cruzado liberal; y a De Soto, que apostó por los informales y los derechos de propiedad. En la izquierda, Matos Mar también apostó por los informales, pero dentro de un programa más amplio de transformaciones; Sinesio López intentó fundamentar una propuesta “nacional-popular”; Flores Galindo reivindicó al movimiento campesino-indígena; Pablo Macera proponía dar forma política a lo que hoy el historiador José Luis Rénique llama la “tradición radical” del país.
En la actualidad, con políticos personalistas, partidos no ideológicos, que desdeñan la importancia de contar con diagnósticos y programas de gobierno, y que se amparan en la tecnocracia global y local predominante, los intelectuales han perdido peso. El que en los últimos años se mencione reiteradamente a Vargas Llosa y a De Soto parece expresar más su prestigio internacional que su real influencia local. Julio Cotler fue demasiado liberal para los izquierdistas y demasiado de izquierda para los conservadores, y su influencia ha crecido conforme hay ahora liberales no conservadores e izquierdistas liberales, aunque ninguno de estos grupos es verdaderamente influyente más allá de círculos académicos y periodísticos.
Si los políticos desdeñan a los intelectuales, si no hay partidos o movimientos que pongan en práctica sus orientaciones, la relación entre intelectuales y política será diferente a la del pasado. ¿Nos acercaremos al modelo norteamericano? En todo caso, también es cierto que no toda la responsabilidad es de los políticos: el país ha atravesado por profundas transformaciones en los últimos años, que todavía no han producido grandes visiones de síntesis, y en eso los intelectuales están (estamos) todavía en deuda.

LO QUE DETERMINA LA BUENA SALUD


LO QUE DETERMINA LA BUENA SALUD

Los factores sociales, más que los genéticos, son los responsables de las enormes diferencias en la salud y expectativa de vida en todo el mundo.

Las circunstancias sociales en las que nace un niño serán la clave de su salud.

Esa es la conclusión de un informe llevado a cabo por la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre los factores determinantes de la salud.

Tal como señala el documento "la injusticia social está matando a gente a gran escala".
Por ejemplo, afirma, un niño que vive en un suburbio desaventajado de Glasgow, Escocia, vivirá en promedio 28 años menos que un niño que vive en un suburbio vecino, pero afluente, de la misma ciudad.
Es sabido que la riqueza de un país es un factor muy importante para determinar la salud y expectativa de vida de la población.
Pero lo que no se sabe es porqué existen discrepancias como las del ejemplo de Glasgow.
Es decir, ¿por qué algunos países pobres tienen estándares de salud más altos que algunos países ricos? O ¿por qué gente en distintas regiones del mismo país pueden tener perfiles de salud tan distintos?
Inequidades
El informe, realizado durante tres años, fue llevado a cabo por un panel de expertos que forman la Comisión de Determinantes Sociales de Salud de la OMS.
"India y Sri Lanka son naciones de bajos ingresos y a pesar de esto tienen estándares de salud notablemente buenos", dijo Michael Marmot, presidente de la Comisión.
La combinación tóxica de malas políticas y mala economía es, en gran medida, responsable del hecho de que la mayoría de la gente en el mundo no pueda gozar de la buena salud que le es biológicamente posible
Michael Marmot, OMS
"Por ejemplo, la salud en Sri Lanka es considerablemente mejor que la salud de los rusos, y esto a pesar de que Rusia tienen ingresos mucho más altos que Sri Lanka".
Las diferencias no sólo son entre países, sino también dentro de los países, dice la OMS.
Por ejemplo, en Londres, la expectativa de vida en el afluente suburbio de Hampstead es 11 años mayor que en el vecino suburbio de St Pancras.
El informe también muestra que una niña en el Lesotho, África, vivirá en promedio 42 años, mientras que una niña en Japón, llegará a los 83 años.
En general, afirma el estudio, en casi todos los países, las circunstancias socioeconómicas en la que nace una persona serán equiparables a sus niveles de salud.
Las diferencias son tan marcadas, agrega, que ni la genética y ni la biología pueden explicarlas.

Combinación tóxica
La OMS afirma que "la combinación tóxica de malas políticas y mala economía es, en gran medida, responsable del hecho de que la mayoría de la gente en el mundo no pueda gozar de la buena salud que le es biológicamente posible".
Las desigualdades de salud se dan tanto entre países como dentro de éstos.
Es necesario, dice el documento que los gobiernos analicen el impacto que sus políticas están teniendo en la salud de sus habitantes.
"Hay ejemplos de países donde las desigualdades de salud se han reducido -dice Michael Marmot- pero en muchos casos, hemos visto una profundización de estas desigualdades".
Es por eso, agrega, que si no se toman medidas ahora la injusticia y desigualdad seguirá aumentando en el mundo.
"El mensaje principal de nuestro informe es que las circunstancias en que la gente nace, crece, vive, trabaja y envejece tienen un impacto enorme en su salud", afirma Michael Marmot.
Agrega que "confiamos demasiado en la intervención médica como forma de aumentar nuestras expectativas de vida".
"Pero una forma más efectiva para lograr vivir más sería que la salud y la igualdad sanitaria fueran los indicadores del desempeño de un gobierno".
La clave está en la educación, el acceso a viviendas, el control del consumo de alimentos chatarra y la protección de la seguridad social, dice el experto.
"La gente necesita tener la oportunidad y la posibilidad de tomar el control de su vida, pero para lograrlo es necesario que las condiciones en que vive sean las correctas", concluye Michael Marmot.