Ugarte: Es una impertinencia que Cipriani pida mi renuncia
Mié, 31/03/2010
Luego que el cardenal señalara que "una persona que se dedica a distribuir pastillas para matar a los embriones, no debe ser un ministro de Salud", Oscar Ugarte sostiene que la opinión del prelado "choca" con la del presidente García.
El ministro peruano de Salud, Óscar Ugarte, consideró hoy una "impertinencia" que el cardenal de Lima, Juan Luis Cipriani, pida su renuncia por insistir en distribuir la píldora del día siguiente de forma gratuita.
Para Ugarte, las declaraciones del arzobispo chocan con la autonomía que tiene el presidente de Perú, Alan García, para cesar a un funcionario cuando lo crea conveniente y definir la composición del Ejecutivo.
Ayer, el cardenal Cipriani dijo a la emisora Radio Programas del Perú (RPP) que "una persona que se dedica a distribuir pastillas para matar a los embriones, no debe ser un ministro de Salud. Tiene que irse a su casa".
La polémica entre el Estado y la Iglesia volvió a estallar el pasado 8 de marzo, cuando el Gobierno reordenó la distribución del Anticonceptivo Oral de Emergencia (AOE), conocido como píldora del día siguiente, basándose en un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que descartaba cualquier efecto abortivo.
Una resolución ministerial reincorporó la píldora al Programa de Planificación Familiar estatal, cinco meses después de que el Tribunal Constitucional ordenara dejar de distribuirla ante la falta de comprobación de que no tenía efecto abortivo.
Cipriani opinó que la actitud del titular de Salud en este asunto es "una provocación que espera sólo quede en palabras", a lo que Ugarte le contestó que su postura se basa en un punto de vista científico que establece que la citada píldora no es abortiva.
Mientras que el arzobispo de Lima no se ampara en evidencias médicas y obedece a una posición "muy particular", el Ministerio de Salud se basa en la ciencia y cuenta con el respaldo del mandatario Alan García y del primer ministro, Javier Velásquez Quesquén, agregó Ugarte.
No obstante, en el seno del gabinete ministerial no todos sus miembros piensan de igual manera.
Así, por ejemplo, la ministra de la Mujer, Nidia Vílchez, declaró a CPN Radio que a Cipriani no le corresponde decidir quién sale del Gobierno.
Argumentó que el Estado tiene derecho a plantear políticas públicas de planificación familiar y respaldó a su colega Ugarte porque ella, dijo, está "en contra de abortos clandestinos, hijos no deseados y embarazos adolescentes".
Por otro lado, el titular de Defensa, Rafael Rey, eludió opinar sobre la petición del arzobispo para que Ugarte deje el cargo, si bien dejó entrever su oposición a la redistribución de la píldora al manifestar que la OMS "puede equivocarse".
Mié, 31/03/2010
Luego que el cardenal señalara que "una persona que se dedica a distribuir pastillas para matar a los embriones, no debe ser un ministro de Salud", Oscar Ugarte sostiene que la opinión del prelado "choca" con la del presidente García.
El ministro peruano de Salud, Óscar Ugarte, consideró hoy una "impertinencia" que el cardenal de Lima, Juan Luis Cipriani, pida su renuncia por insistir en distribuir la píldora del día siguiente de forma gratuita.
Para Ugarte, las declaraciones del arzobispo chocan con la autonomía que tiene el presidente de Perú, Alan García, para cesar a un funcionario cuando lo crea conveniente y definir la composición del Ejecutivo.
Ayer, el cardenal Cipriani dijo a la emisora Radio Programas del Perú (RPP) que "una persona que se dedica a distribuir pastillas para matar a los embriones, no debe ser un ministro de Salud. Tiene que irse a su casa".
La polémica entre el Estado y la Iglesia volvió a estallar el pasado 8 de marzo, cuando el Gobierno reordenó la distribución del Anticonceptivo Oral de Emergencia (AOE), conocido como píldora del día siguiente, basándose en un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que descartaba cualquier efecto abortivo.
Una resolución ministerial reincorporó la píldora al Programa de Planificación Familiar estatal, cinco meses después de que el Tribunal Constitucional ordenara dejar de distribuirla ante la falta de comprobación de que no tenía efecto abortivo.
Cipriani opinó que la actitud del titular de Salud en este asunto es "una provocación que espera sólo quede en palabras", a lo que Ugarte le contestó que su postura se basa en un punto de vista científico que establece que la citada píldora no es abortiva.
Mientras que el arzobispo de Lima no se ampara en evidencias médicas y obedece a una posición "muy particular", el Ministerio de Salud se basa en la ciencia y cuenta con el respaldo del mandatario Alan García y del primer ministro, Javier Velásquez Quesquén, agregó Ugarte.
No obstante, en el seno del gabinete ministerial no todos sus miembros piensan de igual manera.
Así, por ejemplo, la ministra de la Mujer, Nidia Vílchez, declaró a CPN Radio que a Cipriani no le corresponde decidir quién sale del Gobierno.
Argumentó que el Estado tiene derecho a plantear políticas públicas de planificación familiar y respaldó a su colega Ugarte porque ella, dijo, está "en contra de abortos clandestinos, hijos no deseados y embarazos adolescentes".
Por otro lado, el titular de Defensa, Rafael Rey, eludió opinar sobre la petición del arzobispo para que Ugarte deje el cargo, si bien dejó entrever su oposición a la redistribución de la píldora al manifestar que la OMS "puede equivocarse".
Rey señaló a RPP que seguirá creyendo que dicha píldora es abortiva, aunque sus fabricantes sigan diciendo que "uno de los efectos de la misma es evitar que el óvulo fecundado se implante para que pueda crecer".
En Perú, país de mayoría católica, el debate sobre la píldora del día siguiente está ligado al del aborto, que es ilegal y constituye un delito contra la vida, permitiéndose sólo cuando la vida de la madre corre peligro.
Pese a la dureza de la ley, cada año se practican 350.000 abortos inducidos, según las organizaciones feministas. EFE