domingo, 7 de marzo de 2010

El voto y el poder

Domingo 7 de Marzo del 2010

Damos a continuación el texto de la Ley 12931 promulgada ayer por el Jefe del Estado, general Manuel A. Odría, después de haber sido sancionada por las cámara legislativas.

El texto de la ley es el siguiente:
“Artículo único: sustitúyase los artículos 84, 86, 88 de la Constitución Política del Estado, por lo siguientes:
Artículo 84.- Son ciudadanos los peruanos varones y mujeres mayores de edad, los casados mayores de 18 años y los emancipados.
Artículo 86.- Gozan del derecho de sufragio los ciudadanos que sepan leer y escribir.
Artículo 88.- El Poder Electoral es autónomo. El registro es permanente. La inscripción y el voto son obligatorios para los ciudadanos hasta la edad de sesenta años, y facultativos para los mayores de esa edad.
El voto es secreto. El sistema de elecciones dará representación a las minorías, con tendencia a la proporcionalidad. Comuníquese al Poder Ejecutivo para su promulgación. Casa del Congreso en Lima, a los cinco días del mes de setiembre de mil novecientos cincuenta y cinco.
Héctor Boza, presidente del Senado, Eduardo Miranda Souza , presidente de la Cámara de Diputados.
Al señor presidente constitucional de la República. Por tanto mando se publique y cumpla. Dado en la Casa de Gobierno a los siete días del mes de setiembre de mil novecientos cincuenta y cinco.
[*] El Comercio, 8 de setiembre de 1955.


Mujer de las AméricasNueva York. Marzo, 6. UPI

La Unión de Mujeres Americanas (UMA) designó Mujer de las Américas 1956 a la educadora y escritora peruana Irene Silva de Santolalla, la premiada —autora de varios libros, conferenciante y representante de asociaciones feministas peruanas en varias conferencias internacionales— es ama de casa en un hogar al que ha dado cuatro hijos.

En Lima al conocer el fallo declaró lo siguiente: “el título que me ha otorgado la UMA lo considero un premio de la providencia a mi constante esfuerzo por defender en alto el lema que defiendo hace 18 años: “Mejores hogares para un mundo mejor”.


La señora de Santolalla, organizadora y directora del primer Instituto de Orientación Matrimonial y Familiar de América, y autora de “Por la felicidad de nuestros hijos”, “Hacia un mundo mejor”, “Educación prematrimonial”, “El gran problema” y otros más recibirá el premio en una ceremonia que se realizará en mayo en Nueva York.
***
“Brindo a la mujer peruana tan honroso nombramiento”.


[...] Con motivo de la merecida y honrosa designación recaída en la persona de la señora de Santolalla, entrevistamos ayer a esta distinguida dama limeña, quien con gentileza contestó a nuestras preguntas:

“Me encuentro sumamente contenta y satisfecha por tan honroso nombramiento que me ha conferido la Unión Americana de Mujeres. Francamente no esperaba hacerme acreedora a tan elevada distinción que la dedico, con todo el corazón, a la mujer peruana, a la cual me precio haber representado.

[...] Este nombramiento lo expide todos los años la Unión Americana de Mujeres y participan en la votación las representantes de todas las repúblicas americanas. Condición indispensable para merecer este galardón es que la persona elegida goce de prestigio no solo local sino también internacional, pues debe haber destacado en los países del continente. Entre las mujeres que recibieron el nombramiento en años pasados pueden citarse a figuras como Eleanor Roosevelt, Gabriela Mistral, Juana de Ibarbourou, Piedad de Levi, Berta Lusch, y muchas otras.

N. de. R. Irene Silva de Santolalla fue elegida meses después primera mujer senadora del Perú en las elecciones de junio 1956, cuando las mujeres peruanas ejercieron por primera vez su derecho al voto.
[*] El Comercio, 7 de marzo de 1956.

La propiedad como robo. Por Rocío Silva Santisteban

Dom, 07/03/2010

Nacen como hongos nuevos edificios en mi ciudad. Miraflores, Jesús María, Barranco, Magdalena, Los Olivos. Son hongos pequeños y regordetes de 4 pisos, o altísimos, anchos y como moles del Bronx, de 20 pisos y miles de cristales en las ventanas: aparentemente robustos como luchadores de sumo; pero en realidad, no sabemos si dentro de esas masas los cimientos sean una estructura sólida, coherente, antisísmica. Sé que los requisitos para construcción, por lo menos en el papel y la ley, son exigentes pero… ¿qué pasa en un país donde se hace la ley y se hace la trampa?, ¿pueden los edificios de los acantilados deslizarse hacia el mar?, ¿Larcomar terminaría en Makaha?, ¿esas moles de la Avenida Universitaria están aseguradas? ¿O pueden caer rotas en varias partes como lo hizo en Concepción ese edificio de impúdico nombre poético?
Como efecto del cataclismo chileno el “espectacular condominio de quince pisos Alto Río” de la empresa Socovil se partió en dos: cayó hacia atrás, por un lado los primeros pisos, hacia la izquierda los últimos, debajo de todo, la destrucción. ¿Qué sintió ese hombre que vivía en el piso octavo y fue encontrado en el sótano?, ¿cómo haces para aguantar una caída libre de ocho pisos con cientos de ladrillos sobre tu pescuezo? No quiero ni imaginar la sensación de pavor, de impotencia y pánico ante un terremoto que rompe en dos tu cuarto, que desaparece en un vahído tu mesa de noche, y si sobrevives, en medio del caos de la oscuridad, y te acordaste de llevar tu celular en el bolsillo, no puedes siquiera llamar a los que se encuentran afuera porque las líneas telefónicas colapsan y nadie escuchará tu voz. Esa sensación, señores constructores, debe ser realmente siniestra.
Después del terremoto de México del 19 de setiembre de 1985 salió a flote también el tema de la corrupción de funcionarios públicos y empresas inmobiliarias que no respetaron los protocolos de construcción en el laberíntico e inconmensurable D.F. Murieron 35 mil personas debajo de esos edificios que, siendo recién construidos, colapsaron por completo: hoteles de cinco estrellas, torres de oficinas, el edificio de Telecentro (ahora Televisa), conjuntos residenciales como el Multifamiliar Juárez . Se pudo rescatar a cuatro mil personas de entre los escombros incluso diez días después de los hechos. Lamentablemente, entre los desaparecidos, se encontraba una excelente abogada, jurista y profesora universitaria peruana, quien me enseñó Derechos Reales, y a quien recuerdo con mucha admiración y cariño: Lucrecia Maisch von Humboldt.
La diferencia entre la desgracia haitiana y chilena no solo reside en la cantidad de desaparecidos y muertos y en las dificultades abismales entre ambos países frente a un desastre sino entre los protocoles de construcción en una zona sísmica y en otra. El respeto por las normas y, sobre todo, por la dignidad de la vida humana debe de estar por encima de los afanes por la compra-venta de propiedad inmueble. En el mismo terremoto de México D.F. uno de los más importantes edificios construidos de la ciudad se salvó: la Torre Latinoamericana, de 45 pisos en la esquina de Madero y Lázaro Cárdenas, en el mismo centro histórico. ¿Por qué? Al parecer los arquitectos que la diseñaron, Alvarez y Zeevaert, previeron no solo la porosidad del suelo chilango sino incluso usar esa porosidad para mantenerlo “a flote” en caso de movimientos sísmicos. Mientras decenas de edificios caían por la corrupción, la Torre Latinoamericana se mantuvo firme y, encima, se convirtió en un ejemplo de gran arquitectura.
¿Qué sucedería en el caso de un cataclismo en Lima?
Por lo pronto me limito a recordarles a los miembros de la Cámara Peruana de la Construcción la cuarta tesis de Proudhon: “la propiedad es imposible porque es homicida”.

El que corta el jamón en el partido Por Augusto Álvarez

Dom, 07/03/2010

Por qué la democracia peruana es frágil y mediocre
Por más que lo intento, no llego a comprender el interés periodístico –en mi opinión desmesurado por lo que expondré a continuación– en el XXIII Congreso Nacional del Apra en marcha, pues más importante que lo que ahí ocurra siempre será lo que Alan García, el que en verdad corta el jamón en ese partido, quiera hacer con este.
El Apra es, qué duda cabe, el principal partido político peruano. Quizá el único, pues el otro que podría calificar como tal es el PPC, aunque este parece academia preuniversitaria para los que después ganarán elecciones en otros partidos.
Pero la constatación de que el Apra es prácticamente el único partido en el medio es, simultáneamente, la confirmación del descalabro partidario peruano, porque por más que esta organización tenga la capacidad de ganar elecciones o de salvar de apuros en fiscalías y salas judiciales a sus miembros, constituye una entidad anquilosada y absolutamente inútil para casi el resto de funciones que debiera cumplir un partido político.
No ejerce la tarea de representación a nivel nacional ni son lugares donde se practique la democracia. Si entre los propios apristas se acusan de fraude en el congreso en marcha, se puede entender su comportamiento en la arena nacional o su reconocida capacidad de maniobrar en mesa en las elecciones.
Tampoco sirve el Apra para acompañar al gobierno cuando llega al poder pues –como la mayoría de partidos– no prepara expertos en políticas públicas para nutrir la gestión sino, con pocas excepciones, politiqueros diestros en cuchipandas. El Apra, como la mayoría de partidos, se organiza en función del caudillo que ejerce el cargo como gamonal a cambio de ofrecer a la manada la posibilidad de una chamba del erario.
La mayoría de partidos políticos peruanos –empezando por el Apra– son instituciones que operan para resolver los problemas particulares de sus asociados y no los de la sociedad en su conjunto. Es por eso que en este congreso aprista no hay debate de ideas, políticas y visiones, sino gresca y puntapié por el reparto de puestos actuales y futuros.
Es por lo mal que funcionan los partidos que nuestra democracia es frágil y mediocre.

Populismo de derecha ...............Por Federico Salazar

Dom, 07/03/2010


El 11 de marzo asumirá la presidencia de Chile Sebastián Piñera. Lo hará a pocos días de la tragedia del terremoto que dejó más de 800 personas muertas y, según se calcula, más de 15 mil millones de dólares en pérdidas económicas.
Hay quienes creen que el futuro presidente aplicará una política de libre mercado a favor de la competencia y la igualdad ante la ley. Mario Vargas Llosa, por ejemplo, le dio su respaldo en la campaña electoral y celebró su triunfo.
Mucha gente cree que Vargas Llosa adhiere al liberalismo. Yo pienso que él quisiera adherir a esa posición, pero creo que confunde la posición a favor del mercado con la posición a favor de la empresas privadas.
La confusión aumenta quizá porque se asocia a Sebastián Piñera con su hermano, José Piñera. Este último es quien creó el sistema de las Administradoras de Fondos de Pensiones, desarrollando una intuición de Milton Friedman, publicada en los años sesenta.
Sebastián Piñera es, ideológicamente hablando, lo contrario de su hermano, José Piñera. Es alguien que está a favor de las empresas privadas, pero no de la libre competencia.
Sebastián Piñera propone duplicar la subvención estatal a la educación entre 2010 y 2018. Su programa establece un subsidio a los hogares más vulnerables, estableciendo un ingreso mínimo anual de 570 dólares.
Sólo para el primer año de su gobierno contempla un subsidio al empleo de mujeres y otros “grupos vulnerables” de 175 millones de dólares. Su programa de gobierno habla de distribuir “notebooks” para los estudiantes de los colegios públicos menos favorecidos.
El presidente electo ha previsto, además, un “apoyo tributario” para las pequeñas y medianas empresas. La estrella de la propuesta electoral, sin embargo, es la oferta de un millón de empleos durante su mandato.
Nadie que crea en una política de libre mercado puede ofrecer empleos. Menos aún, una cantidad determinada de puestos de trabajo. Eso es populismo.
Favorecer a ciertas empresas con regímenes tributarios especiales es lo contrario a la libre competencia. Subsidiar a los “grupos vulnerables” es paternalismo, no liberalismo.
Regalar computadoras es demagógico porque la brecha educativa no está en las herramientas sino en el conocimiento y la economía que hacen posible su uso productivo.
Las promesas de Sebastián Piñera, sin embargo, no apuntan a un cambio esencial de libreto, sino sólo de la lista de beneficiarios del Estado.
Algún vendedor de lap tops va a estar mejor, pero la economía no va a mejorar a largo plazo
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Congreso aprista.......................Por Fernado Rospigliosi

Dom, 07/03/2010
El congreso aprista ha empezado con una pelea descomunal entre las varias facciones en pugna. Pero, ¿hay algo significativo que esté realmente en juego?
El evento, en realidad, es solamente importante para las aspiraciones particulares de un pequeño grupo de dirigentes. Los que se hagan de la conducción del partido tendrán mejores posibilidades de colocarse –ellos y su clientela– en las listas partidarias para las elecciones del 2010 y 2011. Y, en lo que resta de este gobierno, dispondrán de más amplias facilidades para ocupar puestos públicos y, sobre todo, usar el Estado para hacer negocios.
Nada más está en juego en el XXIII Congreso Aprista. Nadie desafía el liderazgo de Alan García, el único que puede llevarlos al poder. Y no existe discusión ideológica o programática de ningún tipo, porque el Apra es, en ese sentido, esencialmente igual al resto de partidos: un grupo de personas interesadas en llegar al poder alrededor de un líder que puede ganar una elección.
Identidad partidaria
Dicho esto, hay que precisar que el Apra tiene elementos que no poseen otros partidos como Solidaridad Nacional de Luis Castañeda o Perú Posible de Alejandro Toledo.
El Apra tiene historia, tradición, organización, disciplina, símbolos, íconos, mártires. Durante décadas fue realmente un partido político y todavía posee centenares de cuadros políticos entrenados. Tiene también miles de militantes y simpatizantes, algunos de los cuales creen todavía –ilusamente– que el partido tiene una ideología y objetivos de transformación. Es decir, aún hay auténticos apristas, que mantienen identidad partidaria.
Pero esa es una especie en extinción. Como lo son los dirigentes experimentados.
Todo tiene su final
El aliento aprista duró solo hasta la década de 1970. Allí todavía Víctor Raúl Haya de la Torre pudo atraer jóvenes destacados de esa generación, incluyendo a Alan García. Pero fue el último resuello de un líder y un partido que habían pasado por demasiadas vicisitudes, compromisos, retrocesos, componendas y disidencias.
Y esos jóvenes de los 70 provenían en su mayoría de familias apristas. Ya en esa época era muy raro que el Apra atrajera a sus filas a nuevos militantes que no hubieran bebido la mística partidaria en casa o en semilleros como la universidad Villarreal.Hoy día el Apra, como el resto de partidos, depende enteramente de un líder carismático. En la década de 1990, con otros candidatos, obtuvieron solo 2% o 3%.
Como ya no atraen a jóvenes capaces, es muy difícil que puedan surgir de sus filas nuevos líderes. Así, es probable que la vida del Apra dure los años que le quedan a García y luego se irá extinguiendo más o menos rápidamente.
Ficción de Alan
Los cuarentones actuales son solo un invento de García para impedir que Jorge del Castillo u otro líder cuajado se haga del poder en el partido. Como bien anota Alberto Vergara:
“El compañero Presidente divide y reina en el partido (…). Todos saben que García infla y desinfla liderazgos, que contrapone a dirigentes de uno y otro bando para que nadie acumule mucho poder”. (“¿Qué es el Apra?”, Poder, febrero 2010).
Por eso la bronca en la inauguración del congreso aprista, que nada tiene que envidiar a las que protagonizan los “malditos de Castilla” en el Callao, debe haber hecho feliz al compañero presidente.
La cabeza visible de los cuarentones, Omar Quezada, mostró sus limitaciones como presidente regional de Ayacucho y evidentemente carece de proyección. Por eso García lo ha improvisado como líder.
Los partidos
El elemento fundamental que distingue a los partidos o coaliciones, en los países donde la democracia funciona y los partidos son realmente tales, es la ideología, el programa, la propuesta política. En Chile, la Concertación, de centroizquierda, se diferencia claramente de la centro derecha de RN y UDI. En Uruguay el Frente Amplio es manifiestamente distinguible de los partidos Blanco y Colorado.
En Chile y Uruguay, esos partidos se han alternado el poder en las últimas décadas con diversos líderes y candidatos.
En el Perú eso no existe. El Apra actual carece realmente de ideología y de propuesta política. Se hace lo que a Alan García se le ocurre. Todo el resto lo sigue sin chistar, porque lo único que les interesa es disfrutar del poder.
En su primer gobierno hizo una política populista desastrosa, no porque la ideología aprista lo condicionara (ver el bien documentado libro de Nelson Manrique “¡Usted fue aprista!”) sino porque era la moda que él adoptó en ese momento. Esta vez –afortunadamente– cambió.
En síntesis, lo único que disputa a combo y patada la segundilla aprista en el Congreso es la posibilidad de ubicarse mejor en la corte de Alan García.