domingo, 28 de marzo de 2010

Médicos rechazan Soat

Médicos rechazan Soat

Según denunciaron los médicos el Soat médico sólo plantea indemnizaciones hasta 4 UIT (S/. 15,000) por muerte o invalidez permanente, sin embargo, las aseguradoras recaudarán alrededor de 100 millones de soles anuales.

Perú tiene el presupuesto más bajo de la región para la salud. Reclamos continúan.

Nuevamente los representantes de la Federación Médica Peruana (FMP) y de la Asociación Nacional de Médicos del ministerio de salud advirtieron sobre la precaria situación de los establecimientos de salud y de la carencia de personal en el interior del país.
Además reiteraron su rechazo al Seguro Obligatorio de Responsabilidad Civil por Servicios de salud, al considerarlo que es inconstitucional pues atenta contra la labor médica. “Ahora los médicos para poder trabajar tienen que contratar el Soat médico. Es un abuso”, dijeron los galenos.Leoncio Díaz, presidente de la FMP no descartó el inicio de una huelga nacional indefinida si es que se concreta dicha iniciativa, la cual es respaldada por el Ejecutivo.
Por su parte, el representante de la Federación Médica de Arequipa, Leonardo Chirinos denunció que el hospital Goyeneche –el segundo más importante de la región- no cuenta con el número de camas suficientes, los equipos quirúrgicos se encuentran en mal estado, además, que los techos presentan huecos que permiten se filtre la lluvia. Pero no sólo el Goyeneche presenta problemas ya que, según el dirigente, el reciente inaugurado hospital Aplao ha sido construido sin un asesoramiento técnico.
A su turno, Walter Quispe Rojas, representante de los médicos de Ayacucho indicó que los galenos de esta parte del país se encuentran acatando una huelga indefinida hace 50 días y como el ministerio de salud (Minsa) y el gobierno regional ayacuchano no atienden sus demandas el próximo lunes entregarían al Minsa el hospital regional y posteriormente los otros establecimientos de salud de la región.Quispe explicó que la radicalización de la medida se debe, principalmente, a que el gobierno regional de Ayacucho se niega a pagar las Asignaciones Especiales por Tiempo de Servicio (Aetas) a los trabajadores médicos de esta región, a pesar de que existe una sentencia del Poder judicial a su favor.César Palomino, presidente de la Asociación de Médicos del ministerio de salud (Minsa) dijo que al igual que sus colegas de Ayacucho, el personal médico de Piura y Tacna iniciará próximamente una huelga indefinida.

La lección de Obama

La reforma sanitaria de Obama tiene directa relación con la postergada reforma sanitaria en el Perú, ya que marca la necesidad de confrontar los intereses privados, gremiales o burocráticos que impiden avanzar hacia una real universalización de la salud.

La lección de Obama
El Perú tiene pendiente hacer de la salud un servicio y un derecho para todos.
La reforma sanitaria de Obama tiene directa relación con la postergada reforma sanitaria en el Perú, ya que marca la necesidad de confrontar los intereses privados, gremiales o burocráticos que impiden avanzar hacia una real universalización de la salud.
La reforma sanitaria lograda por el presidente Barack Obama en Estados Unidos reviste implicancias globales y evidencia la lucha constante por lograr el acceso a
salud, por lo que debe llamar a la reflexión en el Perú. La reforma sanitaria llevaba casi setenta años postergada debido a los intereses que buscaron conservar la actual organización sanitaria en EEUU. Se ha logrado en alguna medida poner freno a las intenciones de seguir colocando a la salud como objeto de mercado, no sólo otorgando un seguro a treinta y dos millones de personas, sino modificando sustancialmente las condiciones del aseguramiento de más de doscientos millones. La salud es una obligación pública y como tal la participación estatal en su provisión, regulación o financiamiento es imprescindible; más aun teniendo en cuenta lo que sucede cuando el Estado abdica de esta obligación. Michel Moore en Sicko evidencia cómo las aseguradoras en alianza con la industria farmacéutica y con sectores de las organizaciones médicas, llevaron a que EEUU sea el único país industrializado sin un sistema universal de acceso a salud. Luego de las reformas de los años sesenta que incorporaron protección a grupos vulnerables, los EEUU derivaron en el abuso inaceptable de las aseguradoras que no procuraban proteger a las personas frente a las enfermedades. Se pervirtió así un sistema de Seguros en salud; pero quizá esa situación le sea inherente al aseguramiento cuando se convierte en fin y no en medio. Tendencias de acceso a salud Existen dos grandes tendencias para lograr protección en salud de la población. Una es la que se basa en el aseguramiento a través de Seguros públicos o privados que otorgan a los afiliados paquetes de prestaciones. El problema con esta tendencia es que emana desde la lógica de los Seguros, que tiene como fundamento la aplicación del costo beneficio en sus intervenciones. La lógica aseguradora privada, como es natural, busca reducir al mínimo necesario las posibilidades de destinar los recursos que recauda para atender sus compromisos, sean estos sanitarios o de cualquier índole. Por su lado la lógica aseguradora pública, no logra desprenderse del enfoque privado y traslada esos fundamentos a la protección que pretende brindar. No es casual que la implementación del aseguramiento en salud, como se viene dando en el Perú, sea restrictiva y no abarcadora. El Seguro Integral de salud o los Seguros privados, otorgan atenciones sobre la base de paquetes que nunca llegan a ser integrales y cubren un porcentaje reducido de las enfermedades; los Seguros privados en EEUU restringen sus obligaciones y crearon mecanismos para ampliar sus ingresos en detrimento de las necesidades de la gente. Obama a la peruana Por eso la reforma sanitaria de Obama tiene directa relación con la postergada reforma sanitaria en el Perú, ya que marca la necesidad de confrontar los intereses privados, gremiales o burocráticos que impiden avanzar hacia una real universalización de la salud. Demuestra, además, que la reforma debe ser liderada por el más alto nivel político del país o por el propio presidente de la República. La reforma de Obama expresa que las necesidades en salud no son un asunto aislado sino un tema global y civilizatorio, en el que distintos países del mundo hoy se encuentran buscando el camino para un acceso con equidad.A diferencia de lo que ha sucedido en EEUU, país en el que la reforma implica continuar con el concurso de las empresas aseguradoras, pero con una intervención estatal mucho más fuerte que regula el aprovechamiento privado indebido, en el Perú lo que se requiere es garantizar el acceso a salud pero con el mínimo concurso de las aseguradoras privadas, ya que éstas derivan la ampliación del acceso en aberraciones sanitarias. Necesitamos observarnos en el espejo de Colombia, país que ha profundizado la focalización en salud vía aseguradoras privadas, situación que ha terminado por desmantelar la red pública de prestadores, además de brindar paquetes de atención nunca integrales y siempre diferenciados. Y como es lógico desde la perspectiva privada, estas empresas cada fin de ejercicio presupuestal exigen al gobierno que les incremente el financiamiento bajo amenaza de paralizar las atenciones. En el Perú en buena hora ese sistema no se ha profundizado y puede ser revertido. Ello requiere variar el modelo focalizado-residual de protección social vigente desde 1992, que ve a la salud casi como un acto de caridad, y bajo el cual se debe demostrar ser pobre para recibir la prestación del Estado. Debemos ir hacia un modelo de protección social basado en la seguridad social, desde el cual el Estado asume progresiva pero irreversiblemente sus responsabilidades integrales y la condición para acceder a servicios es la de ser humano. Llevar eso a la salud pasa por crear un Sistema Peruano de salud, en el que la autoridad sanitaria, como sucede hoy en EEUU, recupere sus atribuciones reguladoras, fiscalizadoras y ordenadoras sobre públicos y privados, para así orientar a los actores sanitarios hacia las metas nacionales de salud. Lógica libertad No hay otra lógica que no sea la pública para garantizar el derecho a la salud, que es una de las bases para el ejercicio de las libertades y capacidades humanas. El neoliberalismo hábilmente ha secuestrado el valor de la libertad para presentar como competencia lo que en realidad es una pampa en la que un rifle cargado de billetes es la garantía o no del acceso a servicios básicos, y el Estado sólo debe atender a aquellos incapaces de valerse por sí mismos porque no tienen los rifles cargados de dinero. Otros vemos a la libertad como la posibilidad de aspirar a lograr lo que como humanos decidamos hacer con nuestras vidas y empeños, para lo cual lo mínimo que se requiere es que la organización que nos pertenece a todos, el Estado, trabaje para crear las condiciones. El actual modelo político y económico del Perú no lo permite, por eso reformar el acceso a salud significa ir desmontando las restricciones en las que nos movemos. Se ha marcado el camino posible en la sociedad de EEUU, nos toca a los peruanos subirnos a la ola que viene corriendo Obama, para surfear con nuestras tablas, buscando hacer este país vivivle y no uno en el que la salud llena los bolsillos de algunos mafiosos y otros avispados como el que encabeza las encuestas presidenciales. Alexandro SacoColaborador
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Libertad de presión versus de expresión... Por: Augusto Álvarez

Dom, 28/03/2010

¿Cuál de las dos está triunfando en el momento actual?
PIURA.- Para un gobierno siempre preocupado por el ‘qué dirán’, como el del presidente Alan García, no es poca cosa que se ponga en duda en el exterior su disposición a tolerar la discrepancia.

Es significativo, por ello, que la reciente reunión de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) haya decidido enviar al Perú una misión para evaluar el deterioro de las condiciones para la libertad de expresión durante el gobierno aprista.
Los casos específicos que le preocupan son la sentencia a un año de prisión por delito de difamación a Alejandro Carrascal, director del semanario Nororiente de Amazonas. Asimismo, la cancelación de la licencia de funcionamiento de Radio La Voz de Bagua aduciendo razones administrativas que en verdad fueron un pretexto vergonzoso para liquidar a un medio opositor, lo cual fue criticado por el Ipys y el Consejo de la Prensa.
El plan del gobierno para maniobrar sobre América TV y los grupos periodísticos que dirigen este canal, usando como caballo de Troya el indulto bamba a José Enrique Crousillat, también será parte de la agenda de la próxima misión de la SIP.
Tan relevante como eso fue –por su rebote noticioso– la declaración de Mario Vargas Llosa de que detrás del indulto al broadcaster del ‘Doc’ “hubo una operación para devolverle un canal a la mafia fujimontesinista”. El escritor no lo dijo pero se puede intuir de su comentario que la responsabilidad está al más alto nivel porque es imposible suponer que el complot para capturar Canal 4 lo haya diseñado y ejecutado un (ahora ex) ministro tan poco relevante como Aurelio Pastor.
Lo que pasa en el Perú no se puede comparar, por supuesto, con la precaria libertad de expresión de Cuba o Venezuela, pero tampoco se puede decir que aquí el suelo esté parejo. Los casos ya mencionados que estarán en la agenda de la misión de la SIP se suman a la presión del gobierno a la prensa a través de mecanismos que no por sutiles son menos efectivos: pactos con algunos medios para tomar ‘decisiones estratégicas’ al interior de sus firmas para asegurar ‘buena prensa’, o juicios absurdos a periodistas para descuidar su atención o amedrentarlos.
La misión de la SIP y comentarios como el de Vargas Llosa han motivado obligadas respuestas a favor de la libertad de expresión por parte del premier Javier Velásquez y, también, de Jorge del Castillo, quien esta semana escribió un artículo exponiendo lo mismo.
Pero, ojo, el ex premier no debe confundirse. Que él tenga muchos amigos y ayayeros en la prensa no se puede interpretar necesariamente como una señal de pleno respeto a la libertad de expresión. Son cosas diferentes.