01/10/2009
Por Manuel Burga (ex- rector UNMSM)
El jueves 24 pasado la ANR, con la intención de promover la investigación universitaria en nuestro país, premió ante un concurrido auditorio a los ganadores del III Concurso Nacional de Tesis de Posgrado de Maestría y Doctorado 2009: un diploma y un cheque para los ganadores. Se inscribieron 58 candidatos en el Concurso; 38 a nivel de maestría y 20 de doctorado. Graduados que habían defendido sus tesis en los últimos tres años, por tanto este número debe representar un escaso 10% de las tesis realmente defendidas en este período. Todas ellas, o casi todas, deben pertenecer, por su calidad, al tercio superior; una buena razón para presentarlas a un concurso nacional.
34 son graduados en universidades públicas y 24 en privadas. Estas cifras desiguales se emparejaron con los resultados. Entre los 10 ganadores, 5 proceden de públicas; 3 de San Marcos, 1 de la UNI y 1 de la UNALM y 5 de privadas; 3 de la PUCP y 2 de la UPCH. Las universidades que tienen la mayoría de premiados, UNMSM, PUCP y UPCH, como confirmando las estadísticas que ya se conocen, ocupan los tres primeros puestos en el primer Ranking Universitario Peruano del 2006. Llama poderosamente la atención la edad promedio de los ganadores al momento de graduarse: 45.2 años. Si no consideramos al ganador de 80 años, la edad promedio baja a 41. 3 años; lo que sin embargo sigue siendo un promedio verdaderamente alto para graduados de posgrado. 5 graduados se ubican entre los 27 y 39 años y 4 entre los 51 y 54. Estos promedios, probablemente inusuales en América Latina, nos revelan que es más frecuente graduarse en el Perú cuando se ha logrado conseguir una estabilidad como docente en la universidad, no como solía ser antes, para iniciar la carrera.
La presencia de la mujer en la universidad peruana, como en el mundo en general, es cada vez más notable. En la UNMSM el número de mujeres postulantes suele superar al de hombres, pero esta relación se invierte luego del examen de admisión.
Igualmente, al final de los estudios de pregrado se gradúan más hombres que mujeres, por las dificultades que son fáciles de imaginar. Sin embargo, los resultados de este Concurso Nacional nos permiten descubrir algo nuevo: 6 de los 10 ganadores son mujeres. Ellas han ganado en las tres áreas, Ciencias, Humanidades y Tecnología, lo que podría significar que las desventajas que arrastran de la secundaria, incluso de los mismos estudios universitarios, los superan después.
El porcentaje de graduados en los programas de posgrado de las universidades peruanas es muy bajo actualmente.
Probablemente el más bajo en América Latina y en las últimas cinco décadas en nuestro país. Este indicador está estrechamente vinculado a la calidad de nuestra educación superior, donde encontramos universidades públicas con porcentajes de docentes con doctorado verdaderamente bajos. En los países desarrollados se inicia una carrera docente en la universidad con el doctorado, aquí no se exige este grado porque de hacerlo nos quedamos casi sin docentes universitarios.
¿Podríamos imaginar como bajaría la edad promedio de los graduados y cómo aumentaría el porcentaje de maestros y doctores en las universidades peruanas si contáramos con programas de becas como en Brasil, Chile y México? Así como se habla de la ausencia del Estado en diversos lugares y regiones del país, es igualmente lamentable constatar esta ausencia a nivel de los programas de graduación en la educación superior peruana. Sin embargo, contra viento y marea, los docentes universitarios peruanos que investigan y se gradúan, mujeres y hombres, con sus propios recursos, constituyen una luz de esperanza para la educación superior peruana en el futuro