miércoles, 6 de enero de 2010

El bocón y el matón

06/01/2010
Por Augusto Álvarez R.

El costo (político) de una encuesta misteriosa.

Por querer exhibirse como el bacán del barrio, el que todo lo sabe, al que no se le escapa una, el presidente Alan García se fue de boca y se metió en un problema al revelar, en la entrevista a RPP del sábado pasado, cómo se manejan las cosas, tras bambalinas, en su gobierno.
El presidente señaló, como sustento de sus iluminadas proyecciones electorales, que había mandado a realizar una megaencuesta ‘propia’ con un universo de nada menos que 27 mil encuestados en los lugares más recónditos del país.
García nunca ha sido bueno en matemáticas. En la última campaña, por ejemplo, confundía desde porcentajes del PBI hasta el número de hijos que tenía. Pero hasta alguien tan lejos de haber leído alguna página del Baldor debería saber, tras cuatro décadas en política y varias campañas encima, que encuestar a 27 mil personas es una barbaridad sin sentido, salvo que le sobre la plata o haya puesto al INEI a satisfacer su curiosidad particular como quién ganará la próxima elección.
Eso es lo que han hecho notar varios encuestadores, quienes han advertido que una encuesta de este tamaño –considerando un costo de ocho a diez dólares por cuestionario– costaría entre 240 y 270 mil dólares, un monto que requeriría una licitación pública. Sería interesante saber quién la hizo y quién la pagó.
Pero como respuesta a esas interrogantes elementales propias de una democracia en la que el gobierno tiene la obligación de actuar con transparencia, apareció ayer, en una insólita entrevista en RPP, el congresista Jorge del Castillo.
Él dijo no saber quién hizo la encuesta ni quién la pagó, pero señaló que las encuestadoras criticaban por estar piconas al no haber sido contratadas, e inmediatamente pasó a lanzar insinuaciones y amenazas inaceptables sobre cuánto ganan las encuestadoras y a preguntarse si pagan impuestos por ello.
¿El abanderado de la modernidad del Apra, la chochera de los empresarios, el que convoca profesionales para la perspectiva futura de la economía, puede llegar a amenazar con enviar la Sunat a los críticos como si fuera su baja policía, y tal como ya lo hizo contra el diario La Primera hace unos meses?
Si parece que usan el INEI para lo que les da la gana, por qué no la Sunat. En este contexto, suena a broma el anuncio del premier Javier Velásquez Quesquén de que destituirán al funcionario que realice proselitismo durante la próxima elección.
El peligro de fondo es un gobierno con actitudes y reacciones de matón, y un presidente bocón que no se va a conformar con entregar la banda a quien el pueblo elija en el 2011, sino que quiere convertirse –en su afán permanente de ser la novia de toda boda o el muerto de cualquier entierro– en el gran censor y el gran elector

OUTSIDER

Por: Raúl Wiener Analista

El fenómeno de los outsider está asociado por definición a la crisis de los partidos políticos.
Tiene que ver con el hecho de que una porción sumamente grande de los electores dejó de sentirse representada por las organizaciones constituidas y decidió apostar a lo que más se parecía a un proyecto ajeno y contrario a ellas.
Es un voto subversivo, insolente y aventurero, que se enraíza en la falta de confianza hacia todo lo existente.
En el año 1990 se juntaron los fracasos de la derecha AP-PPC y del APRA en diez años, y la división y autoeliminación como opción electoral de la izquierda, para que emergiera el outsider emblemático que terminó ganando las elecciones al unir el voto de la protesta con el de los partidos que veían a Vargas Llosa y el FREDEMO como el mal mayor.
En el 2000, los peruanos que ya no querían a Fujimori y se sintieron heridos por la manipulación electoral, pero que tampoco habían regresado a los viejos partidos inventaron al segundo outsider, también sin partido ni historia política, que finalmente atrajo apoyos de distintos lados y puso en crisis el proyecto de segunda reelección del sátrapa.
Fue la resistencia contra el resultado electoral que se desató el día de la primera vuelta y que se extendió las siguientes semanas y meses hasta la marcha de los Cuatro Suyos, lo que hirió de muerte al régimen que tardaría unos cuantos meses en caer.
Pero el 2001 Toledo era mucho menos outsider, que el año anterior, lo que no le impidió recoger parte de la imagen de novedad y cambio que traía consigo.
Eso le hizo llegar a la segunda vuelta contra García con un voto propio y uno añadido de sectores de la derecha y la izquierda que veían el más grave riesgo en el regreso del aprismo.
El 2006, estábamos nuevamente en el dilema de elegir entre la derecha y el APRA, como si después de tantas vueltas los partidos tradicionales hubieran simplificado el campo para dominar los resultados y repartirse el poder.
Pero había una gran bolsa de electores que no se sentían identificados con lo que querían mostrar las encuestas como la fotografía adelantada de lo que iba a pasar.
Y así nació y se desarrolló a la velocidad de la espuma la candidatura de Ollanta Humala, el tercer outsider en menos de veinte años.
El que ya no venía con la bandera del “no shock” o la “democracia” de sus precedentes, sino que simbolizaba la protesta por la traición a la transición post dictadura y el continuismo neoliberal.
Este voto ganó sólo la primera vuelta, como ocurrió en los casos anteriores, pero siguió por su cuenta en la segunda vuelta (lo que no pasó en los otros casos) y estuvo a punto de vencer sin aliados.
Obviamente lo que se va a tener que resolver en el 2011 es el balance que hace la parte del país que votó casi a ciegas por García por los miedos que se sembraron contra Ollanta, y si tienen la suficiente mayoría para imponerse.
O si lo que fue 47.5% el 2006 madura como mayoría nacional. Díganme ahora: ¿dónde cabe aquí el outsider aprista del que habla Alan García?

ALAN CORDERO O LOBITO

Por Luis Torres M.

Alan García es el más cínico de los hombres con corbatas: viste disfraz de cordero democrático, porque en el fondo de su camisa y volumen graso es un lobo con pezuña de dictador. Él toma el nombre de la democracia como recordando un ingrato amor; por ejemplo, la lesiona cuando se aleja de las comunidades amazónicas, irrespetándolas como colectivo importante de la región Nor-Oriental al no esclarecer debidamente el clima de violencia que se vivió el 5 de junio del año pasado. Fue el momento y se desperdició la oportunidad. Con el Informe Final de lo que ‘realmente’ pasó en Bagua se evidenció ello. Otra -para tener clara la imagen de su fechoría con el poder- es su plan para una especie de re-re-elección con hipo temporal; las dos primeras, sí, con el voto popular ¿y la tercera? ¿Así de limpia? Hmm. Veremos. Alan quiere destinar la presidencia hacia un candidato columpio (¿Keiko?) para que él regresé a palacio en el 2016 beneficiado (y retribuyendo) con favores a futuro a los que le fueron propicios para sus políticas y alianzas. Acaso esta dirigibilidad que amasa ¿no es una cuestión malsana, antidemocrática, que rebasa los límites de la ética que cada presidente debe representar frente al país? ¿cordero o lobo? Decida el traje de su presidente, malapalabrero lector. El de usar las verdaderas bayonetas de los medios escritos, televisivos, para tomar el poder no de una forma limpia y novedosa, más bien social mañosa. Eso no es hacer política; eso es tejer hilos de manipulación, con una RPP parlante y un Tv Perú sirviendo de sobaco para sus propósitos. Insisto, García es un cínico, y Mario Vargas Llosa lo sabe y debe criticarlo y no sé por qué no lo hace –de qué tiene temor, ya está bien plantado el museo de la Memoria-. ¿O creerá MVLL que criticándolo tendrá el cangrejo en el cuello, al no querer estar en la misma onda de los nacionalistas (como él alguna vez lo profirió, al comparar la preferencia a Humala con alguna enfermedad terminal)? Estemos atentos con lo que haga AG en los próximos meses. Mientras cantan y se pelean los gallos (los candidatos a la Presidencia), siempre la gallina pone huevos

EL ENCUESTON DE GARCIA

Por: Cesar Hildebrandt

No sé por qué tantos se preguntan cómo es posible que se haya hecho una encuesta de 27,000 personas.
Y más me sorprende que otros planteen dudas técnicas y sospechas financieras respecto de lo que García anunció en la radio donde ya tiene un alto porcentaje de acciones (viles).
Con la complicidad de Raúl, su hermano del alma, este Castro de El Frontón que es García ha vuelto a poner a los medios de vuelta y media, a los ingenuos de pico y patas y a los compañeros tan felices como cuando Sabroso vivía y “La Marsellesa” significaba algo.
No, pues, tardozonzones: la tal encuesta no existe; es uno de esos inventos que García lanza al ruedo para distraer a los televidentes cuando de sacarlos de algún tema impropio se trata.
Y como de lo que se trata es de que la gente no siga pensando en el asqueroso indulto de Crousillat, o en el juicio de Kouri (que implica directamente a la banda), o en la confirmación de la sentencia al asesino y ladrón (y colega) Fujimori, o en la inconstitucionalidad que clama al cielo del TLC con los amos chilenos, entonces viene el Gran Farsante, el Mitómano Inagotable, el Mentiroso Compulsivo, y ensucia otra vez la política con alguna de sus ocurrencias.
Porque así es García.
Puede decir lo que le convenga o lo que le resulte rentable y puede hacerlo sin escrúpulo alguno.
Puede decir cualquier cosa, en suma.
Desde que hará “el cambio responsable” hasta que “el Perú se enrumba al primer mundo”.
Su ya larga carrera política es una pirámide egipcia de mentiras.
Su propia vida personal es la mentira de cada amanecer.
Y el Apra es, gracias a él, una mentira cómica del socialismo a pañuelazos de América Latina.
¿Encuesta con un universo de 27,000 personas?
¡Pamplinas!
Cualquier instituto demoscópico del mundo dirá que una encuesta de esa magnitud sería un gasto absolutamente innecesario.
Cuando “Coca Cola” quiere hacer un estudio de mercado sobre nuevas tendencias en los Estados Unidos no llega a los 10,000 encuestados.
Las encuestas que se plantean en España para medir la intención de voto de las próximas elecciones bordean, en el mejor de los casos, las 3,000 opiniones.
Algunos reclaman que no se haya convocado a una licitación para ejecutar el “megasondeo”.
¡Más pamplinas!
No ha habido licitación porque no ha habido “megasondeo”.
No ha habido corruptela (menor) porque todo es un cuento.
García no se ensucia por unos cuantos soles.
Cuando él dispone de lo que a otros pertenece siempre se trata de muchos millones –y lo prueban sus ya innumerables bienes inmuebles-.
Lo que ha querido hacer García es darle una manita a Keiko Fujimori –su candidata de corazón y cochinada- y volver a advertirle al empresariado que Humala “sigue siendo un peligro”.
De paso, claro, ha insinuado que el Apra es todavía una opción. No vaya a ser que los empresarios se olviden del partido que hoy los representa.
El cajero Garrido Lecca volverá a pasar con el chancho-alcancía.
Y los empresarios contribuirán a la causa para que el “apocalíptico Humala” sea bombardeado desde Palacio con la mayor cantidad de bombas de humo y granadas de mugre.
De eso se trata todo.
De mentiras, dinero y cintas de video.