No sé por qué tantos se preguntan cómo es posible que se haya hecho una encuesta de 27,000 personas.
Y más me sorprende que otros planteen dudas técnicas y sospechas financieras respecto de lo que García anunció en la radio donde ya tiene un alto porcentaje de acciones (viles).
Con la complicidad de Raúl, su hermano del alma, este Castro de El Frontón que es García ha vuelto a poner a los medios de vuelta y media, a los ingenuos de pico y patas y a los compañeros tan felices como cuando Sabroso vivía y “La Marsellesa” significaba algo.
No, pues, tardozonzones: la tal encuesta no existe; es uno de esos inventos que García lanza al ruedo para distraer a los televidentes cuando de sacarlos de algún tema impropio se trata.
Y como de lo que se trata es de que la gente no siga pensando en el asqueroso indulto de Crousillat, o en el juicio de Kouri (que implica directamente a la banda), o en la confirmación de la sentencia al asesino y ladrón (y colega) Fujimori, o en la inconstitucionalidad que clama al cielo del TLC con los amos chilenos, entonces viene el Gran Farsante, el Mitómano Inagotable, el Mentiroso Compulsivo, y ensucia otra vez la política con alguna de sus ocurrencias.
Porque así es García.
Puede decir lo que le convenga o lo que le resulte rentable y puede hacerlo sin escrúpulo alguno.
Puede decir cualquier cosa, en suma.
Desde que hará “el cambio responsable” hasta que “el Perú se enrumba al primer mundo”.
Su ya larga carrera política es una pirámide egipcia de mentiras.
Su propia vida personal es la mentira de cada amanecer.
Y el Apra es, gracias a él, una mentira cómica del socialismo a pañuelazos de América Latina.
¿Encuesta con un universo de 27,000 personas?
¡Pamplinas!
Cualquier instituto demoscópico del mundo dirá que una encuesta de esa magnitud sería un gasto absolutamente innecesario.
Cuando “Coca Cola” quiere hacer un estudio de mercado sobre nuevas tendencias en los Estados Unidos no llega a los 10,000 encuestados.
Las encuestas que se plantean en España para medir la intención de voto de las próximas elecciones bordean, en el mejor de los casos, las 3,000 opiniones.
Algunos reclaman que no se haya convocado a una licitación para ejecutar el “megasondeo”.
¡Más pamplinas!
No ha habido licitación porque no ha habido “megasondeo”.
No ha habido corruptela (menor) porque todo es un cuento.
García no se ensucia por unos cuantos soles.
Cuando él dispone de lo que a otros pertenece siempre se trata de muchos millones –y lo prueban sus ya innumerables bienes inmuebles-.
Lo que ha querido hacer García es darle una manita a Keiko Fujimori –su candidata de corazón y cochinada- y volver a advertirle al empresariado que Humala “sigue siendo un peligro”.
De paso, claro, ha insinuado que el Apra es todavía una opción. No vaya a ser que los empresarios se olviden del partido que hoy los representa.
El cajero Garrido Lecca volverá a pasar con el chancho-alcancía.
Y los empresarios contribuirán a la causa para que el “apocalíptico Humala” sea bombardeado desde Palacio con la mayor cantidad de bombas de humo y granadas de mugre.
De eso se trata todo.
De mentiras, dinero y cintas de video.