Fotocheck político de febrero
Vie, 19/02/2010
Por Mirko Lauer
Mes de los carnavales políticos
Luis Alva Castro. Ha logrado convertir una gestión criticada en una gestión polémica hacia afuera y consensual hacia dentro del Congreso. Si las cosas se concretan, le habrá ganado la batalla del bono al Ejecutivo, y complicado las cosas en su partido. Ahora lo espera la batalla contra el Poder Judicial, donde la acaba de favorecer el juez Rosales.
Jaime Bayly. Más contento que mono en costurero, en un blitz publicitario pocas veces visto, que incluye incursiones en provincias. Alegremente sus declaraciones le van acumulando enemigos hasta debajo de las piedras, mientras un público y unos medios encantados celebran. Empieza a rondarlo la palabra “anarquista”.
Luis Castañeda. Empezó la campaña de demolición en su contra, pero él sigue confiando en su silencio, en la inercia de su alta aprobación, y en el desembalse de obras en los meses que vienen, sobre todo el sistema de transportes Metropolitano. Su respaldo va a pesar en las elecciones regionales y municipales.
Lourdes Flores. Ha adelgazado mucho, señal de que está esencialmente decidida a ir por la alcaldía de Lima, pero tomándose su tiempo para anunciarlo. Alejandro Toledo le ganó la iniciativa en el discurso de las alianzas, pero ella parece mejor ubicada para proponer un frente trans-PPC, e incluso trans-UN.
Keiko Fujimori. No pasa nada. Las cifras suben y bajan y suben, pero ella se va desdibujando a medida que lo hace papi. Cada vez más viejas glorias mafiosas están optando por utilizar el membrete fujimorista por cuenta propia (Absalón Vásquez es el más reciente), o simplemente prescindir de él: otra vez, el fujimorismo sin los Fujimori.
Alan García. Ha logrado mantenerse al margen de la trifulca aprista. Disfrutando cada día de su perfil bajo y de su leve repunte en las encuestas. Ahora parece tener solo cosas buenas que decir sobre la gente. Pero los llamados a una nueva austeridad fiscal podrían cancelarle el repunte económico del 2010. Repensando su estrategia del 2011.
Ollanta Humala. Sus apariciones en TV lo muestran algo más curtido. Confiado en que el voto oculto puede desmentir a las tempranas encuestas. Su discurso anti sigue en su sitio, pero todavía no hay decisión sobre en qué punto del espectro contestatario colocarlo. Por lo pronto tiene casi toda la cancha de la izquierda a su disposición.
Javier Villa Stein. Mantiene la línea de defensa de la autonomía judicial que inauguró Hugo Sivina. Tiene el problema de que no todos son defendibles en esa corporación. Por momentos sucumbe a la tentación de aplicar el doble estándar, sobre todo en asuntos de su trapo rojo, el activo y veleidoso Tribunal Constitucional.
Vie, 19/02/2010
Por Mirko Lauer
Mes de los carnavales políticos
Luis Alva Castro. Ha logrado convertir una gestión criticada en una gestión polémica hacia afuera y consensual hacia dentro del Congreso. Si las cosas se concretan, le habrá ganado la batalla del bono al Ejecutivo, y complicado las cosas en su partido. Ahora lo espera la batalla contra el Poder Judicial, donde la acaba de favorecer el juez Rosales.
Jaime Bayly. Más contento que mono en costurero, en un blitz publicitario pocas veces visto, que incluye incursiones en provincias. Alegremente sus declaraciones le van acumulando enemigos hasta debajo de las piedras, mientras un público y unos medios encantados celebran. Empieza a rondarlo la palabra “anarquista”.
Luis Castañeda. Empezó la campaña de demolición en su contra, pero él sigue confiando en su silencio, en la inercia de su alta aprobación, y en el desembalse de obras en los meses que vienen, sobre todo el sistema de transportes Metropolitano. Su respaldo va a pesar en las elecciones regionales y municipales.
Lourdes Flores. Ha adelgazado mucho, señal de que está esencialmente decidida a ir por la alcaldía de Lima, pero tomándose su tiempo para anunciarlo. Alejandro Toledo le ganó la iniciativa en el discurso de las alianzas, pero ella parece mejor ubicada para proponer un frente trans-PPC, e incluso trans-UN.
Keiko Fujimori. No pasa nada. Las cifras suben y bajan y suben, pero ella se va desdibujando a medida que lo hace papi. Cada vez más viejas glorias mafiosas están optando por utilizar el membrete fujimorista por cuenta propia (Absalón Vásquez es el más reciente), o simplemente prescindir de él: otra vez, el fujimorismo sin los Fujimori.
Alan García. Ha logrado mantenerse al margen de la trifulca aprista. Disfrutando cada día de su perfil bajo y de su leve repunte en las encuestas. Ahora parece tener solo cosas buenas que decir sobre la gente. Pero los llamados a una nueva austeridad fiscal podrían cancelarle el repunte económico del 2010. Repensando su estrategia del 2011.
Ollanta Humala. Sus apariciones en TV lo muestran algo más curtido. Confiado en que el voto oculto puede desmentir a las tempranas encuestas. Su discurso anti sigue en su sitio, pero todavía no hay decisión sobre en qué punto del espectro contestatario colocarlo. Por lo pronto tiene casi toda la cancha de la izquierda a su disposición.
Javier Villa Stein. Mantiene la línea de defensa de la autonomía judicial que inauguró Hugo Sivina. Tiene el problema de que no todos son defendibles en esa corporación. Por momentos sucumbe a la tentación de aplicar el doble estándar, sobre todo en asuntos de su trapo rojo, el activo y veleidoso Tribunal Constitucional.