miércoles, 28 de julio de 2010

Perú al 2021


Por: Virgilio Levaggi Analista
Web 2.0 hace referencia a la segunda generación de esta tecnología que tiene un enfoque colaborativo y fomenta su construcción compartida.
¿Para el año 2021, habremos cimentado en el Perú, a través del apoyo mutuo, un tejido social que aliente las sinergias para concretar un proyecto común?
En “7 ensayos de interpretación de la realidad peruana”, José Carlos Mariátegui ofrece ideas útiles para transitar hacia el tercer siglo de vida independiente de forma tal que la evolución económica beneficie a todos, la tierra sea respetada, los indígenas participen en la vida nacional, la instrucción pública esté al servicio de las mayorías, el centralismo se supere a través de una auténtica descentralización política y la cultura contribuya a que se libere y exprese lo mejor de nuestras capacidades.
Son vigentes las observaciones de Víctor Andrés Belaunde en “Ensayos de psicología nacional”: El desfase entre lo que decimos y hacemos —nuestra incoherencia— no contribuye con el fortalecimiento de la sociedad ni tampoco los rencores; nuestra ironía, inteligentemente administrada, sería un recurso de lo contrario será handicap; sin embargo no pueden ser usados positivamente, pues empobrecen la vida, el falso decoratismo y la ausencia de riqueza sentimental.
La frase “Pan con libertad”, síntesis del pensamiento político de Víctor Raúl Haya de la Torre, expresa la importancia de construir una democracia que permita a las grandes mayorías satisfacer sus necesidades básicas y progresar, usando su libre albedrío.
En vísperas del bicentenario conseguir el advenimiento de la promesa de la vida peruana, de acuerdo con el pensamiento de Jorge Basadre, es el camino para que la patria “escape de ser una charca, de volverse un páramo o de convertirse en una gigantesca fogata”. Dicho advenimiento supone, entre otras cosas, erradicar las conductas de aquellos a quienes el historiador de la República tipificara como podridos (“han prostituido y prostituyen palabras, conceptos, hechos e instituciones al servicio de sus medros, de sus granjerías, de sus instintos y de sus apasionamientos”), congelados (“se han encerrado dentro de ellos mismos, no miran sino a quienes son sus iguales y a quienes son sus dependientes, considerando que nada más existe”) e incendiados (“se han quemado sin iluminar, se agitan sin construir”).
“La promesa de la vida peruana atañe a la juventud para que la reviva, a los hombres de estudio en sus distintos campos para que la conviertan en plan, a la opinión pública en su sector consciente para que la convierta en propósito”, dijo el maestro.
Los hombres y mujeres de estudio, para convertir la promesa en plan, tienen que lograr que el conocimiento se haga práctico y el saber progreso.
Gracias a Internet, la información se ha difundido; pero no sucede lo mismo con el conocimiento pues supone que los individuos se apropien de dicha información. Formar la opinión pública es imperativo para que la promesa de la vida peruana se haga realidad.
En El Comercio hay ejemplos de esfuerzos para convertir dicha promesa en proyecto compartido: las obras peruanistas de Aurelio y Alejandro Miró Quesada, en los campos histórico y periodístico, así como los esfuerzos de Oscar Miró Quesada (Racso) por divulgar el conocimiento científico y la contribución de Francisco Miró Quesada Cantuarias a la filosofía peruana.
La construcción del futuro compartido debe estar orientada por los más altos valores humanos.
Perú 2.0 debe ser reconocido por su riqueza cultural (lo mejor de nuestra historia proyectado hacia el presente para la transformación del futuro), por su biodiversidad (reserva de vida), por la laboriosidad y el espíritu emprendedor de su gente así como por el talante democrático de sus habitantes.
Perú 2.0 no será solo de “mucho gusto”, por una gastronomía que comienza a ser apreciada internacionalmente, sino que solo será posible a partir de “muchos gustos” (“de todas las sangres”, en palabras de Arguedas) que permitan la afirmación de una sociedad pluralista en la que todos y cada uno de sus miembros contribuyan a realizar la promesa de la vida peruana.
Nuestro mestizaje es principal fortaleza para una inserción ventajosa en la globalización y para edificar un futuro diferente, que es posible.