Ante el escandaloso caso de negligencia médica ocurrido en el hospital Sabogal de EsSalud, se ha vuelto a colocar sobre el tapete la insoslayable necesidad de un instrumento rápido y expeditivo de resarcimiento económico a las víctimas de aquellas negligencias, imprudencias e impericias del personal profesional que atiende en los establecimientos de salud públicos y privados del país.
Esta necesidad es tanto más urgente habida cuenta de lo que actualmente existe para tramitar esa indemnización: la larga, engorrosa y onerosa vía judicial que, aun con esas grandes limitaciones, no garantiza el resarcimiento del daño ya que, al dictaminarse ésta, resulta las más de las veces inaplicable, inoportuna o exigua.
El instrumento a debatirse –hay ya varias propuestas, entre ellas una formal del Ejecutivo que se basa en un proyecto presentado en el 2007– requiere partir de una premisa que, además, recoge la jurisprudencia y experiencia del SOAT automovilístico. Esta es que la responsabilidad de la negligencia, imprudencia o impericia médica debe ser compartida entre el o los profesionales directamente involucrados en el acto médico cuestionable, y la institución que los alberga.
Así como el propietario, institucional o personal, es el que paga el SOAT aun cuando el chofer enfrenta todas las consecuencias legales y económicas de su falta, así, el establecimiento de salud, público o privado, deberá pagar el resarcimiento acordado en una instancia técnica solvente y expeditiva, enfrentando el personal de salud todas las consecuencias legales y económicas que fueran menester.De otro lado, es pertinente señalar que se encuentra vigente la Resolución Ministerial 533-2008 que aprobó la Lista de Chequeo de Cirugía Segura que establece los criterios mínimos de seguridad en tres momentos: antes de la aplicación de la anestesia, antes de la incisión y antes de salir del quirófano.
En estas instancias, se debe precisar la identificación del paciente, así como la identificación del lugar de la incisión y la revisión de la seguridad de la anestesia y de los equipos y procedimientos médicos. Queda claro que negligencias como la cometida en el Sabogal se dieron por no observar esta norma precisa y explícita.Mejorar la cultura sobre seguridad de los pacientes, implementar los lemas de la Organización Mundial de la Salud, Atención limpia es atención segura y Cirugía segura salva vidas, y desarrollar actividades de formación de los profesionales en la gestión de riesgos, son tareas urgentes del sector salud a nivel nacional tanto a nivel público como privado. Mientras tanto, el Congreso debe abocarse con información y seriedad al debate del seguro de responsabilidad que se ha planteado y sobre el cual hay consenso en el fondo aunque no en la forma