lunes, 3 de mayo de 2010

“La estrategia de García no pasa por el Apra” Entrevista a EDUARDO TOCHE

(1) Eduardo Toche cree que el golpe ha sido para el Apra, no tanto para el
gobierno.


(2) Sería suicida para el Apra respaldar a Del Castillo y Quesada, opina Toche.


Eduardo Toche, sociólogo e investigador de Desco, analiza las repercusiones políticas de la profunda crisis que atraviesa el Partido Aprista por las graves denuncias de corrupción contra sus dos secretarios generales, Jorge del Castillo y Omar Quesada.
En su opinión, las denuncias contra ambos reflejan el alto grado de corrupción en el gobierno aprista y han salido a la luz como consecuencia de la guerra interna en el Apra por cuotas de poder.
-¿Qué tan debilitado queda el Partido Aprista luego de las denuncias de corrupción contra Jorge del Castillo y Omar Quesada?-
Queda sumamente debilitado. Esto ha provocado una gran crisis en el Partido Aprista. Con estas denuncias se ha ratificado una sensación generalizada en la población, de la asociación entre el Apra y la corrupción. Hay dos elementos cruciales en esta crisis: ambos son secretarios generales recién electos (en marzo) en un congreso partidario muy accidentado y complicado, y estamos a puertas de dos procesos electorales que serán decisivos para el Apra, que tendrá que elegir sus candidatos en medio de esta crisis interna. El daño ha sido muy fuerte y salir de esto va a ser muy difícil para el Apra.-
¿Destituir a sus dos secretarios generales es la única salida que le queda al Apra para controlar en algo el daño político que ha sufrido?
-Sí, que los dos secretarios generales renuncien y que se convoque un nuevo congreso para elegir nuevas autoridades partidarias, sería la única manera en la que el Apra pueda reparar en algo su imagen ante una ciudadanía que ya consolidó su percepción de alta corrupción entre los dirigentes apristas.
¿Y quién podría ser el recambio dentro del Apra para dirigir el partido en este momento crítico?
-No veo a nadie. Ese es un problema para el Apra. No creo que dirigentes como Mauricio Mulder o Mercedes Cabanillas sean los adecuados. Tendrán que pensar en una segunda línea para tal vez ahí encontrar a alguien.
-¿Respaldar a Del Castillo y a Quesada para que continúen como secretarios generales sería una decisión suicida del Apra?
-Como están las cosas, creo que sí. La continuidad de sus dos secretarios generales es el peor escenario para el Apra, pero probablemente esa vaya a ser la situación. Es muy complicado y costoso convocar a un congreso partidario para elegir nuevos secretarios generales. Creo que al Apra no le sería posible hacerlo con la rapidez que los hechos exigen. Probablemente para el Apra no haya otra solución que Del Castillo y Quesada continúen en sus cargos con ciertos acotamientos.
-¿Cómo queda ahora la correlación de fuerzas dentro del Apra? -
Creo que los dos que sustentan mayor poder dentro del Apra son Alan García y Agustín Mantilla. Del Castillo empezó a generar su propio espacio y a tomar autonomía, pero ahora ha quedado fuera de juego con estas denuncias. El gran perdedor es Del Castillo. Hay que ver cómo se realinean los que estuvieron con él. En este momento creo que ni siquiera los dirigentes apristas están capacitados para dar una proyección de cómo van a quedar las fichas dentro del partido.
-¿La caída de Quesada arrastra a la corriente generacional de los “cuarentones”, que pretendió presentarse como un factor de renovación partidaria?
-Afecta a esa corriente, la debilita, pero no la saca totalmente de juego, porque la acusación está personalizada en Quesada y todavía está por verse qué tanto va a afectar esa acusación a los otros miembros de los “cuarentones”.
-¿Cuánto debilita al gobierno esta grave crisis del Apra?
-Lo debilita en algo, pero no en la magnitud que debería debilitarlo. Esto afectaría más a García si su apuesta para su continuidad política pasara por el Partido Aprista, pero cada vez estoy más convencido que la estrategia de García no pasa por el Apra. Si el Apra fuera fundamental para García, entonces sí estaría en problemas por esta crisis, pero ese no es el caso. García está organizando su propio campo de fuerzas, que no incluye a su partido como el eje central.
-¿Pero la crisis del Apra no se puede convertir en una crisis de gobierno?
-García puede bajar en las encuestas por estos hechos, pero esto no le va a generar una crisis de gobernabilidad. García está tranquilo con los que realmente tienen poder en el país. Esto no va a provocar ninguna fisura en la relación de García con los empresarios, ni con los militares; tampoco va a provocar una gran movilización nacional.-
¿Estamos ante una cruenta guerra de facciones dentro del Apra?-
Creo que sí. Estos casos de corrupción se revelan por un toma y daca entre los apristas, un grupo que le lanza un torpedo a otro y éste que responde igual. En el Apra hay sectores interesados en tumbarse una posible candidatura presidencial de Del Castillo y por eso salen las denuncias en su contra…
-¿Cuáles son esos sectores?, ¿Alan García?
-Alan García es, efectivamente, uno de los interesados en tumbarse la candidatura de Del Castillo. El juego propio de Del Castillo no era del agrado de García. Por eso salen las denuncias contra Del Castillo. Esto, por cierto, no convierte a Del Castillo, cuyo juego político propio implicaba relaciones sospechosas, en inocente de las acusaciones en su contra.
-¿Y la denuncia contra Quesada es la respuesta de Del Castillo?
-Yo apostaría a que sí. A Del Castillo lo golpean y él responde con las mismas armas, golpeando a Quesada, que ha sido apoyado por García. Un factor que fortalece esta hipótesis de que estas denuncias de corrupción salen desde dentro del Apra, es que estamos ante un manejo controlado de las denuncias. En ninguno de los casos se han revelado pruebas contundentes para condenar penalmente a Del Castillo o a Quesada. El objetivo es causar daño político al adversario interno, no meterlo preso.
-¿Hasta dónde puede llegar esta guerra interna en el Apra?
-Si el Apra sigue insistiendo en este juego de intercambio de denuncias se va a terminar de destruir. Lo que falló en el cálculo de todos es la magnitud que podía adquirir esta situación. Los daños no son menores y eso obliga al Apra a parar estas disputas y cerrar las compuertas a estas denuncias de corrupción. Eso es lo que deben estar evaluando. -Pero al país le conviene que se sigan revelando los actos de corrupción en el gobierno. -Lo positivo de esta pugna interna en el Apra es que ha permitido revelar la forma de actuar dentro del gobierno aprista. El mensaje al interior del Apra es: aquí todos somos corruptos y nadie puede tirar una piedra porque le caen diez; si alguien acusa vamos a intercambiar denuncias de corrupción. Sin duda que al país le conviene que se sigan revelando los casos de corrupción en el gobierno, aunque lo mejor sería que esta corrupción se revelara porque funcionan los organismos de control del Estado y no por estas pugnas internas por apetitos políticos. El problema de que la corrupción sea revelada por esta lucha intestina dentro del Apra, y no porque funcionan los órganos de control, es que los actores de esa corrupción pueden controlar las cosas y parar estas denuncias, con lo que no conoceremos cosas que seguramente son muchísimo más graves de lo que se ha conocido hasta ahora.
“Seguro el 95% cree que Alan está involucrado en la corrupción”
-¿Cómo afectan a Alan García estas denuncias de corrupción contra los máximos dirigentes apristas y la crisis del Apra?
-A pesar que García impulsó a Quesada y a los “cuarentones”, el debilitamiento de éstos no se traslada a García. Paradójicamente, con esta crisis en el Apra el presidente García sale beneficiado por la rapidez con la que ha tomado distancia de su partido y de los hechos de corrupción…
-¿Pero las críticas de García a sus colaboradores por la corrupción que se da dentro de su gobierno tienen alguna credibilidad?-
Seguramente el 95% de la población cree que García sí está involucrado en la corrupción…
-Entonces, a pesar de sus intentos de tomar distancia de sus colaboradores ahora denunciados, García sí sale afectado por estos escándalos de corrupción.
¿Cómo influirá esto en sus aspiraciones presidenciales para el 2016?
-Pero esto no cambia mucho las cosas, porque ya todos sospechaban que García es corrupto.
Esto ratifica esa sensación ya formada en la opinión pública. Esto no va a ser un punto de quiebre respecto a la imagen que la gente ya tenía de Alan García.
Creo que García sabe muy bien que fue elegido por ser considerado el menos malo y parte de su confianza para el 2016 se basa en el hecho que no ve oponentes a la vista.
-¿Que su gobierno termine nuevamente hundido en escándalos de corrupción, como en 1990, no es algo que puede terminar con las aspiraciones de García para un tercer mandato presidencial?
-Sus posibilidades pueden disminuir, pero somos un país que ya ha visto el retorno de Alan García, que ahora ve la posibilidad del retorno del fujimorismo al poder, así que no podemos negar la posibilidad de un nuevo retorno de García.
Terminar por segunda vez como un gobierno muy mediocre puede afectar su autoestima, pero eso no va a liquidar su carrera política. Mucho de las posibilidades de García para el 2016 se decidirán el 2011…
-¿Y pensando en el 2016 la apuesta de García para el 2011 es el triunfo de un candidato que le asegure un período tranquilo y sin investigaciones? ¿Ese candidato es Castañeda?
-El esquema de García parte de dejar el gobierno, pero no dejar poder. Ahora García está preocupado en que el candidato que gane el 2011 sea alguien que le permita seguir administrando poder. Ese candidato es, sin duda, Castañeda. Por eso creo que a García le preocupan más las denuncias de corrupción que se están empezando a dirigir contra Castañeda y cómo éstas pueden afectar su candidatura, que lo que está sucediendo dentro de su partido con Jorge del Castillo y Omar Quesada.“Las aspiraciones de Del Castillo están liquidadas”-
¿Cuál es el futuro político de Jorge del Castillo después de estas denuncias en su contra?
-No veo manera que Del Castillo pueda remontar esta situación y recomponer su carrera política. Sus aspiraciones presidenciales han quedado liquidadas. Podrá continuar en la política, pero ya no puede aspirar a algo más que seguir siendo congresista.-Descartado Del Castillo, ¿qué posible candidato presidencial le queda al Apra?
-No creo que Mulder sea una figura presidenciable. Tampoco Cabanillas, que ya ha empezado a cumplir su ciclo político. El espectro de posibles candidatos que tiene el Apra es estrecho. A pesar de todo, y de haber quedado debilitados después de las acusaciones contra Quesada, creo que alguna figura de los “cuarentones”, excepto Quesada, todavía puede tener posibilidades.
-¿Lo mejor para el Apra sería recurrir a un independiente para que sea su candidato?
-No creo que los apristas acepten un candidato independiente, porque esa candidatura vendría con una serie de condiciones, como cupos en las listas parlamentarias, y los dirigentes apristas tienen la aspiración de ser congresistas. Por otro lado, no creo que el Apra esté en capacidad de convocar a un independiente para que sea su candidato. Ningún independiente con capacidad de cálculo político aceptaría esa candidatura.
-¿Cómo quedan las aspiraciones electorales del Apra después de esta crisis?
-El Apra va a entrar con pésimo pie en las próximas elecciones. Imagino que va a establecer su estrategia electoral con objetivos minimalistas, bajando la valla para contentarse con un 15%...-En estas circunstancias ese no sería un mal resultado para el Apra.-Pongo esa cifra como la aspiración que puede tener el Apra. El resultado que obtenga el Apra dependerá mucho de sus posibilidades de conformar alianzas y de cómo operen los otros actores electorales. Creo que el Apra va a ser un actor menor en las próximas elecciones. -En el Apra habría un sector dispuesto a respaldar la candidatura de Kouri para la alcaldía de Lima.
¿Qué consecuencias políticas le traería al Apra apoyar a Kouri?
-Si el Apra decide apoyar a Kouri eso evidenciaría lo que ya sabemos: que sus enlaces con el fujimorismo no son sólo circunstanciales. Y definiría que los amigos del Apra están en la cancha de la corrupción. Apoyar a Kouri ahondaría la crisis del Apra.
Entrevista: Carlos Noriega