Dom, 18/04/2010
El presidente Alan García ha dicho que no se casa con nadie. Lo ha hecho en referencia a Jorge del Castillo y el caso de la empresa de chuponeo Business Track.La ex analista de BT Giselle Giannotti dijo que sabía de archivos digitales en los que se hablaba de Jorge del Castillo con relación a conversaciones sobre sobornos para adjudicaciones y licitaciones. Sostiene, además, que esos archivos han sido sustraídos.Jorge del Castillo ha replicado, y dice que “no hay pruebas”. Frente a tan poco persuasiva respuesta, el propio presidente de la República salió en su defensa.
Según el jefe del Estado se trata de maniobras distractivas, promovidas por narcotraficantes. Ha pedido, por eso, que se reformule la agenda. Lo central para el presidente García es interrogar a los detenidos de BT y saber quién les pagó.
Hay alguien que acusa al ex presidente del Consejo de Ministros de haber realizado maniobras delincuenciales. La acusadora ha sido parte de la mafia del chuponeo. ¿Debemos tirar al tacho sus declaraciones?
De ninguna manera. Se equivoca el presidente Alan García. Lo central no es lo que a él le parece, sino lo que la gente quiere saber. En el tema judicial son los jueces los que determinarán lo que es central y lo que es accesorio. En el terreno político, es la gente la que establece qué es de mayor interés.
No podemos desatender las declaraciones de Giannotti. Por supuesto no debemos tomarlas como ciertas de antemano, pero es obligación de las autoridades investigar y ahondar, para fiscalizar y sancionar.
Si quiere demostrar que no se casa con nadie, el Presidente debe olvidarse de “lo central” del tema. Debe tomar en serio todas las imputaciones, todas las ramificaciones del caso, y todas las declaraciones.
El recurso a las cualidades del declarante es una falacia, un procedimiento erróneo de razonamiento. “Es falso porque la que declara es de BT” no es un argumento ni una prueba en contrario de lo que dijo.
El presidente García no debe plantear temas de investigación. Uno de los señalados ha sido presidente del Consejo de Ministros y defensor suyo en las acusaciones de corrupción que recayeron sobre él en su primer gobierno. El otro es Luis Nava, actual secretario general de Palacio de Gobierno.
Son personas que merecen el respeto de su honra, pero también una investigación prolija e independiente. Frente a ellos, el Presidente debería decir: “investíguenlos, yo me aparto”, en lugar de distraernos con el tema de los narcotraficantes. No casarse con nadie debe significar: investiguen a todos.
El presidente Alan García ha dicho que no se casa con nadie. Lo ha hecho en referencia a Jorge del Castillo y el caso de la empresa de chuponeo Business Track.La ex analista de BT Giselle Giannotti dijo que sabía de archivos digitales en los que se hablaba de Jorge del Castillo con relación a conversaciones sobre sobornos para adjudicaciones y licitaciones. Sostiene, además, que esos archivos han sido sustraídos.Jorge del Castillo ha replicado, y dice que “no hay pruebas”. Frente a tan poco persuasiva respuesta, el propio presidente de la República salió en su defensa.
Según el jefe del Estado se trata de maniobras distractivas, promovidas por narcotraficantes. Ha pedido, por eso, que se reformule la agenda. Lo central para el presidente García es interrogar a los detenidos de BT y saber quién les pagó.
Hay alguien que acusa al ex presidente del Consejo de Ministros de haber realizado maniobras delincuenciales. La acusadora ha sido parte de la mafia del chuponeo. ¿Debemos tirar al tacho sus declaraciones?
De ninguna manera. Se equivoca el presidente Alan García. Lo central no es lo que a él le parece, sino lo que la gente quiere saber. En el tema judicial son los jueces los que determinarán lo que es central y lo que es accesorio. En el terreno político, es la gente la que establece qué es de mayor interés.
No podemos desatender las declaraciones de Giannotti. Por supuesto no debemos tomarlas como ciertas de antemano, pero es obligación de las autoridades investigar y ahondar, para fiscalizar y sancionar.
Si quiere demostrar que no se casa con nadie, el Presidente debe olvidarse de “lo central” del tema. Debe tomar en serio todas las imputaciones, todas las ramificaciones del caso, y todas las declaraciones.
El recurso a las cualidades del declarante es una falacia, un procedimiento erróneo de razonamiento. “Es falso porque la que declara es de BT” no es un argumento ni una prueba en contrario de lo que dijo.
El presidente García no debe plantear temas de investigación. Uno de los señalados ha sido presidente del Consejo de Ministros y defensor suyo en las acusaciones de corrupción que recayeron sobre él en su primer gobierno. El otro es Luis Nava, actual secretario general de Palacio de Gobierno.
Son personas que merecen el respeto de su honra, pero también una investigación prolija e independiente. Frente a ellos, el Presidente debería decir: “investíguenlos, yo me aparto”, en lugar de distraernos con el tema de los narcotraficantes. No casarse con nadie debe significar: investiguen a todos.