Vivimos en el tercer milenio y ser líder no significa solamente ser bueno.
El líder tiene que mover e imprimir movimientos a otros, conducirlos a la libertad y al éxito, pero si no está preparado puede llevarlos al fracaso.
La historia de la humanidad está en manos de los líderes.
Ellos conforman la columna vertebral de una empresa con sus valores de vida. Desgraciadamente hoy existe ausencia de ellos.
Hay un gran vacío en la juventud existencial.
Las estadísticas del 97.4% de jóvenes muestra ausencia e injustificación en sus vidas.
Consideran muchas veces sus vidas como inútiles y vacías.
El líder hace las cosas bien, no busca razones para que no se puedan hacer, ni justificaciones para no hacerlas, y no son víctimas circunstanciales.
En la actualidad existen muchos errores cometidos por generaciones de empresarios: así como manejan su automóvil por inercia, no están alertas y reman diariamente en las aguas inconscientes.
No llegan a descubrir a la persona, no escuchan la música en su melodía esencial.
Existe una inconsciencia colectiva, que está metida en el subconsciente. Se esperan milagros para que las cosas sucedan.
Simplemente esperan que “algo” ocurra… echándole muchas veces la culpa a Dios, cuando el resultado no es como lo suponía.
Nadie puede adivinar o inventar el futuro.
Cada día el líder lo desafía, desarrollando así su porvenir.
Para eso tiene libertad, libre albedrío para decidir, positiva o negativamente, y así asumir las consecuencias, aceptándolas, estudiándolas.
Ser libre significa tomar responsabilidades, porque esta es la columna vertebral de la vida.
Se comprometen solamente los hombres libres.
Compromiso es vivir la vida con vocación. Recuerde que la ruta de la excelencia se divide en dos: éxito o fracaso. Echarle la culpa a otro es mediocridad.
No acumule estupideces diariamente. El 100% de los problemas existentes en las empresas se debe a los líderes: no tienen humildad por aprender de los triunfadores y jamás han dicho las palabras mágicas: NO SE.Recuerde que solamente los imbéciles, estúpidos y tontos dicen “imposible” porque los líderes creen en lo imposible.
El hombre tiene que crecer diariamente para dejar a las nuevas generaciones la herencia de un mundo superior. “El conocimiento no es de quien lo inventa, sino de quien lo usa” dice el refrán. Atrévase a amar su labor, a luchar por su equipo de trabajo, a coger la estrella que tira el mar en la orilla… y sálvela.