Encuesta RIP: ¿Confía en Alan García?: n Sí n No n NS/NO
Cada vez que Alan García vuelve a hablar de encuestas, se refuerza la preocupación creciente de si está realmente en sus cabales, o si ya decidió ponerse a lanzar barbaridades sin parar ni considerar la peligrosa consecuencia para el país de la constatación de que el presidente pueda mentir con tanta convicción como entusiasmo.
Lo volvió a hacer el domingo, en Panorama, al proclamar, ligerito nomás, como en carrera sin obstáculos, poniendo cara de gerente de Alan Opinión y Mercado o –peor aún– de Idice, que “cualquiera puede hacer encuestas”.
Y ayer, en el Estadio Nacional, continuó la danza con esta otra iniciativa lamentable: “Me parece justo que, en adelante, todo candidato o partido político o autoridad sobre la cual se haga una encuesta tenga derecho de acreditar un veedor en ese sondeo para verificar si, en efecto, se hace, cuál es el número de personas encuestadas, en dónde se hace la encuesta y de qué manera se distribuye geográficamente la encuesta”.
Es una barbaridad que, sin embargo, se agrava cuando la dice quien, precisamente, acaba de ser ampayado mintiendo de un modo tan descarado con la encuesta bamba a un supuesto universo de 27,000 entrevistados, cuya autoría ha cambiado tantas veces como él ha aparecido en público para comentarla o ha delegado dicha tarea a alguien de su partido, siendo la más asombrosa e increíble la “Red de Informática del PAP” (RIP).
Alguien de su equipo debiera contarle a este Pitágoras del Jirón Azángaro que no cualquiera hace una encuesta, pues para eso se requiere, para empezar, metodología y equipos entrenados para esa función.
Es decir, que una encuesta no es salir a preguntar por la calle a ver qué nos comenta la gente, salvo que se quiera lanzar, como acaban de hacerlo, una encuesta donde la aprobación presidencial ya llegó al 50 por ciento.
El problema, sin embargo, es que su propio equipo le fomenta tonterías como que hay que romper el monopolio de las encuestadoras –¿no es que había muchas encuestas? ¿Sabe García qué es ‘monopolio?– con el aporte de enfoques novedosos. Y que, encima, estén inventando y difundiendo encuestas bamba que hasta el gerente de Idice tiene que salir a desmentir.
Lo mejor que el presidente García debiera hacer con su encuesta bamba, por su propio bien, es no volver a mentir para defenderla. Cada vez que lo hace, mella la poca credibilidad que le queda y que tanto daño le producen a él y al sistema político pues no es bueno para el país tener la sensación justificada de que su presidente miente con entusiasmo y convicción.
Para empezar, podría hacerse caso a sí mismo cuando dice que “está bien mentir pero no tanto”.