miércoles, 17 de febrero de 2010

Por César Lévano : El frente de los frentes




La propuesta de Alejandro Toledo de forjar un frente de derechas ha tenido la virtud de revelar, por un lado, hasta qué punto ese sector calcula que sin alianzas está perdido, y, por otro, de agitar las aguas dormidas de la política.Toledo quiere coligar su partido, Perú Posible, con Unidad Nacional de Lourdes Flores, Solidaridad Nacional de Luis Castañeda y el estadounidense Pedro Pablo Kuczynski. Sería una alianza neoliberal y multinacional.
El proyecto mira no sólo a las elecciones municipales de este año, sino también, y sobre todo, a las generales de 2011. Hay nerviosismo en las filas derechistas porque saben que crece el descontento con las políticas y la moral que defienden, y temen que la marea pueda arrasarlas.
Temen las derechas que en los meses venideros cobre fuerza la corriente antisistema, que hoy parece débil, por dispersa, y por la ausencia de un liderazgo enérgico y movilizador.Pero ¿qué pasa si esa corriente logra una confluencia y traza un cauce único para sus fuerzas?
Acierta Ollanta Humala, al proponer, por lo pronto para las elecciones municipales, un frente anticorrupción, que se sitúe más allá de fronteras ideológicas.
La corrupción ha llegado a ser el signo distintivo, la marca de fábrica del régimen que preside, timonea y usufructúa el doctor Alan García.
Inversiones, concesiones mineras y de hidrocarburos, venta de bienes públicos, podredumbre en el Poder Judicial, política antisindical, incluida alianza con malhechores, quiebra de la educación con provecho para particulares, etcétera: todo está marcado por la insaciable codicia de nuestros gobernantes.
Nunca la corrupción había alcanzado proporciones tan repulsivas y tan vastas. Las encuestas de opinión pública lo confirman.
El manejo corrupto del poder encarece obras, priva de ingresos al Tesoro, recorta gastos útiles, retrasa la economía, acentúa la pobreza, fomenta la injusticia, desmoraliza a la gente.
Ahora bien, la bandera de la anticorrupción es una enseña limpia. El problema es quiénes entre los partidos y políticos conocidos la pueden enarbolar.
Hace muchos años, Humberto Martínez Morosini, dijo a Alfonso Barrantes en Canal 5:-Doctor Barrantes, ¿usted sigue creyendo en la revolución? La respuesta llegó más rápida que un rayo:-En el Perú, un gobierno honesto sería ya una revolución. Personas honradas hay en todos los sectores ideológicos, sociales, políticos y religiosos. El Frente que Humala proyecta puede tener así ancho campo de reclutamiento. En todo caso, más allá de contiendas electorales, el frente, la idea de ese frente anticorrupción, puede ser un punto inicial de encuentro para quienes saben que la corrupción está vendiendo y corroyendo al país.Mientras no se gane esa pelea, el Perú será un país inviable.