domingo, 7 de febrero de 2010

Leon Trahtemberg: Sabemos quién es el outsider

El outsider (el extraño, el que está fuera) es ese niño que no importa, que representa a sus 150,000 pares (21.9%) que han nacido anualmente durante el gobierno aprista y han sido condenados a ser desnutridos crónicos por la incompetencia gubernamental estatal para atenderlos, con todas las discapacidades mentales y de salud que eso les dejará para toda su vida. Ya suman 600,000 los que dejará como herencia el APRA.
El outsider es ese niño que no importa, que tiene el derecho a ser educado por el Estado con un servicio de calidad, lo cual se dificulta porque la educación es el único sector sin sede propia. Al gobierno se le ocurrió venderla sin tener ninguna otra preparada como alternativa, hacinando de paso la Biblioteca Nacional y el Museo de la Nación, que no fueron diseñados para ser hoteles para funcionarios del Minedu.
Además, la promesa electoral de agregar 0.25% del PBI al año a la educación jamás fue cumplida, porque los niños no importan.El outsider es ese niño que no importa, que representa a los 3 millones de infantes de 0 a 5 años para cuyo futuro la institución "Inversión por la Infancia" convocó a los principales expertos para formular un "Pacto por la Infancia".
A éste no asistió ningún representante de la PCM, a pesar de la promesa pública que hiciera el primer ministro Javier Velásquez Quesquén por RPP de enviar a sus representantes.El outsider es ese niño que no importa, que necesita hacer educación física, deportes y recrearse no sólo para desarrollar sus habilidades físicas y salud corporal, sino porque el deporte es un medio de expresión, abstracción y socialización humana tan potente como lo puede ser el arte o las matemáticas.
El gobierno había prometido progresivamente duplicar de 9,000 a 18,000 el número de profesores de educación física y fomentar la educación física, el deporte y la recreación a partir de un impuesto directo aplicado a los productos de consumo nocivo. El impuesto ya está, pero la intención de darle el uso prometido nunca apareció.
El outsider es aquel niño al que el gobierno del APRA abandonó