El pasado lunes, un hombre de 87 años, acudió al hospital Sabogal del Callao para que le amputaran una pierna, debido a una úlcera irremediable. Sin embargo, pasó algo inexplicable, indignante, de Ripley. Los médicos del Sabogal le amputaron la pierna equivocada. No, no es un chiste de humor negro. Es verdad. El pobre hombre sufrió la amputación de su pierna sana por error de los médicos. ¿Y cómo se dieron cuenta? Cuando después de la operación su hija vio que el anciano mostraba un bulto bajo la frazada en el lugar que correspondía a la pierna enferma. Lo demás es de terror y ya usted se lo puede imaginar.Lo peor de todo fue que la pierna enferma estaba demasiado gangrenada, por lo que para evitar el avance de la infección procedieron de inmediato a amputársela. Este no es un caso de negligencia, sino de impericia criminal, de lesión grave culposa. Lamentablemente no es un caso aislado. Sólo por poner un ejemplo, en ejercicio de mis funciones de representación, he visitado el Hospital María Auxiliadora y el Hospital Dos de Mayo. Y lo que vimos ahí fue realmente indignante.Gente enferma haciendo colas desde las 5 am. Pacientes internados viviendo en los pasillos durante semanas. Baños en estado deplorable. Área de Emergencia totalmente colapsada. Parecía que había ocurrido una catástrofe que había sobrepasado los servicios, pero no, fueron días ordinarios, un día como cualquier otro. En fin, mucha gente sufriendo con un Estado que devolvió a fin de año más de 12,000 millones de soles porque no los pudo gastar. Los pacientes en Emergencia salen por las ventanas, está totalmente hacinada, ¿cómo estarán los hospitales de provincias?El sector Salud recibió un presupuesto de S/.5.263 millones (que se suman a los recursos asignados a los gobiernos regionales), y sólo ha ejecutado el 12%. Tenemos que exigirle al ministro del sector que se elaboren proyectos, porque plata hay. Eso es lo peor de todo.Este señor, espero, recibirá una indemnización verbigracia de sancionar, administrativa y penalmente, a los responsables. La indemnización, por la edad del paciente y a causa de nuestra economía, no será millonaria, y aunque lo fuera, no repararía el daño. Lo peor es que mientras escribo estas líneas, miles de peruanos siguen esperando en los pasillos para ser atendidos, haciendo colas interminables sólo para sacar cupos de atención, miles de peruanos, los más pobres, siguen muriendo en todos los hospitales públicos del país.