¿Qué puede hacer la prensa para prevenir los desastres?
Somos y seremos un país de sismos pero actuamos –el Estado y las personas– como si viviéramos una taza de agua en la que nada ocurrirá, y ni siquiera nos (con) mueve al cambio desastres como el de no hace mucho en el sur chico peruano o el del sábado en el centro chileno.
¿Siempre fue así? Ayer le pregunté al historiador Lizardo Seiner, especializado en historia social de los riesgos y autor del magnífico libro ‘Historia de los sismos en el Perú’ –cuyo objetivo es, entre otros, “contribuir a la sensibilización de la población ante la eventualidad de un sismo y sus consecuencias”–, si alguna vez tuvimos un presidente, virrey o inca interesado en políticas de prevención ante los terremotos.
“Ninguno”, contestó. El resultado de esta desidia ancestral es obvio pues en el Perú no existe una cultura de prevención de desastres ni ganas de tenerla. Ni en la población, que ubica sus casas donde le da la gana, incluso por donde ya pasaron calamidades y por donde, sin duda, volverán a pasar; ni en las autoridades a las que la prevención interesa un pepino y solo quieren cortar cintas de obras electoralmente rentables.
Eso explica reclamos como el del presidente del Instituto Geofísico, Ronald Woodman, que son una denuncia a la indolencia de un gobierno que no quiere soltar ni un millón de dólares para un sistema de alerta de tsunamis, y unos congresistas que prefieren irse el viernes temprano a la playa en vez de participar en la sesión en la que se iban a discutir estos asuntos.
La responsabilidad de esta vocación de suicidio colectivo alcanza a todos, incluyendo al periodismo, donde cabe una autocrítica. Por ejemplo, durante las anteriores campañas electorales, ¿cuántos les preguntamos a los candidatos por sus políticas de prevención de desastres? Creo que nadie.
Por ello, a los candidatos a presidente, parlamentario, alcalde o presidente regional del 2010-2011 no debemos dejarlos pasar sin preguntarles asuntos como: ¿Cuál es su política de prevención de desastres? ¿Tiene una? ¿Puede dar algún indicio de que le interesa el tema? ¿Quién sería su jefe de Defensa Civil? ¿Cuántos recursos le asignará? ¿Qué es lo primero que Ud. haría ante un sismo? ¿Compraría el sistema de alerta de tsunamis que increíblemente aún no tenemos? ¿Sabe cuáles son las zonas más vulnerables de la localidad que aspira a liderar? ¿Conoce el marco regulatorio sobre incumplimiento de normas en zonas de riesgo? ¿Cómo lo mejoraría?
Al menos desnudar la orfandad de ideas en estos temas por parte de los postulantes a un puesto público será una gran contribución de los medios de comunicación a la formación de esa cultura de prevención de desastres que todavía no tenemos.