miércoles, 10 de marzo de 2010

El destape Crousillat Por: César Lévano

Las declaraciones de Alan García sobre el indulto que concedió a José Enrique Crousillat crean el sorprendente caso de García contra García.
El presidente dio a entender que pudo haber sido objeto de burla.
El único en capacidad de hacerlo es Aurelio Pastor, ministro de Justicia, quien preparó el expediente respectivo y posiblemente reclutó los informes médicos.
Ayer en el Congreso, Pastor tuvo el cuajo de decir que él no podía dudar de los informes médicos que condujeron al indulto.
No precisó si, a la luz de la actividad física intensa que realiza Crousillat, no le habían surgido dudas sobre esos informes. No dedujo tampoco que la falsedad de los certificados de salud se debió a presiones políticas.
Dijo ayer el primer mandatario: “está bien tener buena voluntad y ser humanitario, pero hay que demostrar que uno no ha sido sorprendido”.
A él le toca demostrarlo. No lo puede hacer. Porque lo más probable es que la operación indulto haya sido ideada por él mismo, y que ahora busque dar marcha atrás en vista de la descarada actitud del enfermito, que estaba por entregar el alma al Creador y ahora resulta activo y desafiante.
Tan patente ha sido la farsa, que García debe de haber calculado que iba a producir mayor descrédito para su régimen. Además, el intento de Crousillat de recuperar el mando en el Canal 4, intento sin duda estimulado desde Palacio, estaba a punto de fracasar.
Entre otras cosas, porque se han divulgado pruebas de que el indultado no era accionista mayoritario de Canal 4. Sólo tuvo tres por ciento de las acciones, pero ya las había cedido a sus hijas.Por otro lado, ayer se conocieron pruebas de que Crousillat no es un menesteroso que por falta de dinero no paga la reparación civil que adeuda al Estado.
Posee en Miami una residencia evaluada en ocho millones de dólares. Nadie va a creer, por otra parte, que ya ha dilapidado los 69 millones de dólares que le pagó Vladimiro Montesinos en 1999 por colocar a Canal 4 en la línea del fujimorismo.
Hoy, cuando la alianza aprofujimorista es pública y notoria, ese acto de corrupción sería más bien un acto precursor y un certificado de buena conducta.
El retorno de Crousillat al Canal 4 brindaría, además, un refuerzo en la campaña electoral de Jorge del Castillo.
Pero no todo marchaba sobre ruedas. Las acciones judiciales de Crousillat contra el Grupo El Comercio y el Grupo La República podían suscitar oposiciones inoportunas, ahora que la carrera electoral ha comenzado.
Es posible, por todo eso, que García revise el caso y estudie la anulación del indulto.
Otro resultado debería ser la renuncia de Aurelio Pastor al Ministerio de Justicia.
Entretanto, el “resucitado” Crousillat estará pensando en cómo salir del atolladero. Mejor dicho, cómo salir del país.